Dos recientes notas de actualidad proceden de lejanos territorios. Suman una preocupación que llega hasta la puerta de nuestros centros educativos.
La primera viene del Hospital Universitario de Copenhague, Dinamarca. Allí, realizaron un trabajo científico que podría llamar la atención de algunos pocos, que han facilitado la apología en favor de la inocuidad de las drogas y en concreto a favor del consumo de marihuana.
Naturaleza vengativa. El reciente trabajo científico de la doctora Merete Nordentoft, danesa que ha dirigido una investigación sobre el efecto de las drogas, indica los siguientes resultados en la Reunión Internacional de la Asociación Internacional de la Psicosis Temprana (IEPA), celebrada en Milán, Italia.
La conclusión de su investigación indica que las personas que durante muchos años han consumido todo tipo de drogas pueden sufrir serios casos de esquizofrenia.
El diccionario de la Real Academia expresa que es una enfermedad mental grave, caracterizada por alteraciones de la personalidad, alucinaciones y pérdida del contacto con la realidad: la esquizofrenia es un tipo de psicosis. A los adultos, según el estudio de la danesa, que han consumido marihuana en su juventud se les quintuplican los efectos mentales de la esquizofrenia. Nada permanece igual, la naturaleza es vengativa.
Efectos críticos. La doctora Nordentoft añade: “En nuestro trabajo hemos visto que el aumento del riesgo de esquizofrenia fue significativo, incluso transcurridos de 10 a 15 años del diagnóstico de abuso de una sustancia. Así, nuestros resultados evidencian una asociación contundente entre el abuso de prácticamente cualquier tipo de sustancia y un incremento del riesgo de desarrollar esquizofrenia en etapas más avanzadas de la vida.
”Los autores analizaron los historiales médicos de un total de 3.133.968 adultos daneses, 21.303 de los cuales habían sido diagnosticados de esquizofrenia. Además, los historiales revelaron hasta 204.505 episodios de abusos de sustancias –entre otras, alcohol, cannabis, drogas alucinógenas, anfetaminas y sedantes– en la población estudiada”.
Los datos del equipo médico danés, que presentó esto en el congreso de Italia, son suficientemente claros y explican con evidencia científica el efecto de la marihuana y de otras drogas sobre la salud humana.
Además, el informe sobre los efectos de esta droga en la salud humana añade: “Los resultados mostraron que el consumo abusivo de cannabis aumentó hasta 5,2 veces el riesgo de padecer esquizofrenia. Un efecto negativo, además, del que no se libraron el resto de sustancias”.
¿Y cuando hay venta libre? Uruguay es el primer país que ha liberalizado la marihuana haciendo ventas supuestamente bien definidas y controladas. Pero ¿qué pasa con las farmacias o lugares de venta? Hay más de 1.200 en el país y solo 50 venden la droga legalmente según las normas aprobadas por el Parlamento.
La razón parece ser que estas no quieren venderla, pues les da mala imagen. La farmacia tiene algo familiar, en donde muchos llegan a comprar salud y no enfermedades.
Con todos los cambios legales introducidos, la realidad es que las personas tienen criterio para definir dónde está el bien y dónde queda el mal.
Por otra parte, los carteles de la droga siguen moviendo el negocio. Ha aumentado la venta de droga, con lo cual el proyecto del anterior presidente, de bajar el consumo, ha quedado en el aire.
Según datos de la oficina de control de drogas del Uruguay, la “incautación” de marihuana en el 2015 aumentó un 71% respecto al año anterior, hasta un total de 2,5 toneladas, según estadísticas de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas.
Son datos recientes que pueden llamar la atención de políticos, padres de familia y jóvenes, frente al crecimiento de las mafias que llevan la droga a nuestros centros de estudio. La marihuana sí tiene efectos variables y nada es un jardín de rosas.
Es el valor y el carácter de los jóvenes, la enseñanza de los educadores y el ejemplo de los padres de familia lo que puede cambiar la actitud. La fuerza del cambio está en la voluntad y el ejemplo de saber decir sí a la vida por parte de los jóvenes.
El autor es diplomático.