Escuchar¡Gracias! Una palabra tan pequeña, hoy significa tanto para mí y para todos los japoneses que habitamos en Costa Rica. En tiempos en los que Japón atraviesa por uno de los momentos más difíciles y dolorosos de su historia, nos hemos encontrado con nuestros hermanos costarricenses, que nos han extendido mediante diferentes formas su solidaridad y nos han recalcado su amistad.
El pueblo japonés está enfrentando momentos difíciles por los estragos devastadores causados por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo. Día con día aumenta la cantidad de víctimas y de personas que han debido ser evacuadas de sus hogares. Es urgente para el pueblo japonés pasar esta dolorosa página de nuestra historia y trabajar en la reconstrucción del país.
Muestras de solidaridad. En medio de esta situación tan lamentable que enfrentamos como nación, hemos recibido miles de muestras de solidaridad de los costarricenses, que hoy llevamos impresas en el corazón. Doña Laura Chinchilla, presidenta de la República de Costa Rica, me llamó el mismo 11 de marzo en la madrugada para expresar su solidaridad y condolencias al pueblo japonés. También envió ese día una misiva tanto al emperador Akihito como al primer ministro, Naoto Kan.
El domingo 20 de marzo, en el evento llamado: “Día Arigato. Ticos por Japón”, recibimos a más de 10.000 costarricenses que se hicieron presentes no solo para expresar sus condolencias y solidaridad con Japón, sino también para enviar su donativo por medio de la Cruz Roja Costarricense a las personas afectadas por el terremoto y por el tsunami . En cinco horas de actividad, se recaudaron cerca de ¢20.000.000 (veinte millones de colones), esto sin contabilizar el incalculable valor de las horas de trabajo que artistas y voluntarios nos donaron para realizar la actividad con éxito.
Simpatía y cariño. El mensaje de la presidenta de la República de Costa Rica, las miles de personas que abarrotaron el Cenac este domingo, los miles de mensajes que hemos recibido en la Embajada del Japón, el trabajo de la Cruz Roja Costarricense, la colaboración de los medios de comunicación, y los donativos que siguen llegando a las cuentas de dicha institución, son muestras de que, a pesar de que la mayoría de costarricenses nunca han estado en Japón, existe simpatía y cariño hacia nuestro pueblo. Aunque físicamente una distancia enorme nos separa, los costarricenses buscan la manera de superar cualquier barrera y hacer llegar su granito de arena a Japón, justo cuando más se necesita.
El apoyo y cariño que ha expresado el pueblo costarricense será, sin lugar a dudas, un importante aporte para la reconstrucción de nuestro país.
Durante 75 años de las relaciones diplomáticas entre Costa Rica y Japón, los lazos de ambos pueblos se han fortalecido y estrechado con fuerza, lo cual se ha reconfirmado en el momento más difícil que estamos enfrentando. Nunca olvidaremos la fraternidad que han expresado los costarricenses.
Por todo esto, la palabra más acertada se nos hace pequeña: ¡Gracias! ¡Doumo Arigato Gozaimas!
