Cuando países minúsculos como Fiji, Bahamas y Kósovo ganan una medalla de oro en las Olimpíadas de Río de Janeiro, estamos hablando de que hasta en los pequeños existe el talento necesario para ganar la máxima presea.
En una cantidad de deportes, como tiro con arco, esgrima, natación sincronizada, ciclismo de pista y bádminton, nuestro pequeño pero importante país podría lograr grandes metas. El mundo no se lo creyó cuando la Selección Mayor de Futbol venció a países famosos como Inglaterra, Grecia, Italia y Uruguay.
Ante el asombro, más bien nos pidieron nuevas pruebas de dopaje. La realidad se comprobó y el mundo se quedó asombrado con la calidad de nuestra Selección y con los resultados producto de un buen entrenador.
La medalla de oro en una olimpiada es muy difícil de conquistar. Son horas diarias de entrenamiento y una dedicación exclusiva, casi obsesiva, en la conquista del mejor resultado.
Ese perfeccionismo se mira en el joven músico que aprende los movimientos de sus dedos y manos a la perfección. ¡Repite y repite, pero la repetición conduce a la perfección!
Costa Rica tiene mucho talento, como constantemente descubrimos en la producción de nuevos programas de software. Tenemos ingenieros y miles de profesionales en las más diversas ramas. El talento existe. Pero aún no hemos forjado la mentalidad nacional de producir, entrenar y luego impulsar a los jóvenes a la conquista de los deportes olímpicos.
Querer es poder. Empecemos por traer al país a entrenadores europeos y asiáticos, expertos en sus diferentes campos.
Cuando en los Estados Unidos decidieron empezar a jugar futbol, llevaron a Pelé, quien demostraba jugadas y fórmulas de entrenamiento. Hagamos lo mismo con un presupuesto amplio, para importar los expertos necesarios y empecemos con escuelas en cada deporte olímpico.
Hay muchos entrenadores internacionales que nunca han dejado de soñar con descubrir ese nuevo talento.
No espero qué descubran a un Usaín Bolt, el hombre más rápido del mundo, ¡pero, bueno, así también surgió Keylor Navas, como el mejor portero de clase mundial!
Hay cientos de jóvenes que desde niños podrían empezar a desarrollar los talentos que Dios les ha dado. Talentos no conocidos, pero que con una buena dirección técnica, marca europea, pueden saltar por los aires. Talento desconocido como el de Simone Biles, de 19 años, cuyo posible destino era la calle y fue rescatada por su abuelita y llevada al gimnasio. Hoy es ganadora olímpica con tres medallas de oro y una de plata.
Con una toma de conciencia nacional y con un gran deseo “marca país”, Costa Rica podría apostar aún más por los valores más altos en el deporte de prestigio internacional.
Citius, altius, fortius es la frase en latín que significa ¡más rápido!, ¡más alto!, ¡más fuerte!
El autor es empresario.