EscucharLos fallos judiciales – uno de primera instancia y otro de la instancia definitiva– que condenaron a los expresidentes de la República Miguel Ángel Rodríguez y Rafael Ángel Calderón, son, sin duda alguna, golpes mortales para el Partido Unidad Social Cristiana ( PUSC).
Por otra parte, la investigación del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), por medio de su Departamento de Financiamiento de Partidos Políticos y del Ministerio Público, mediante la Fiscalía de Delitos Económicos y Legitimación de Capitales, en relación con las finanzas del Partido Movimiento Libertario, ML, independientemente de su resultado final, es ya un descrédito para su líder y para la agrupación y podría llegar a ser causa de su desaparición.
Aunque los dirigentes de estos partidos traten de negar o de minimizar las consecuencias de estas bochornosas situaciones, en ambos casos el daño electoral es previsiblemente catastrófico.
Podría pensarse entonces que el panorama electoral futuro es favorable para el Partido Acción Ciudadana ( PAC), ya que sería la única opción viable que podría agrupar las fuerzas opositoras al Partido Liberación Nacional (PLN) en las elecciones del 2014.
Sin embargo, la alianza política firmada por la bancada del PAC y ratificada por la dirección de este partido – que ya los hizo votar para el Directorio legislativo hasta por personas condenadas en lo civil en el caso CCSS-Fischel – los obligará a votar por un diputado libertario para presidente de la Asamblea Legislativa el 1.° de mayo de 2012 y por uno del PUSC un año después.
El costo político de esta decisión, avalada a medias por su máximo líder, Ottón Solís, al expresar que estaba de acuerdo con el pacto aunque no le gustaba y le resultaba incómodo algunos de los aliados, podría ser alto, en razón de la incoherencia del acto con la prédica ética de esa agrupación política.
Esta inexplicable alianza del PAC con algunos partidos que representan lo que ellos dicen combatir, demuestra – además de la incoherencia ética que hemos señalado– una gran inmadurez e impericia política de sus dirigentes, que a las puertas de inminentes sentencias judiciales no previeron ni consideraron las repercusiones que estas podrían tener en esa decisión.
Tampoco valoraron su alianza con el ML, inexplicable desde el punto de vista ideológico, ni previeron que lo que actualmente sucede con ese movimiento y la supuesta financiación de su campaña con donaciones de las casas de apuestas con sede en el país, era una posibilidad real, dados los insistentes rumores en ese sentido.
¿Cuál será entonces el costo electoral adicional que deberá pagar el PAC si cumple con este pacto político?
Somos de la opinión de que el electorado les pasará la factura por el error cometido, por ser parte de una alianza con esos partidos, no solo por las enormes diferencias ideológicas con su propia plataforma, sino por las faltas éticas de algunos de los máximos líderes de esos partidos que hoy son sus aliados.
Y ¿cuál sería ese costo si incumplen el pacto y reniegan de su firma?
De seguro que enorme porque nuestro electorado no lo consideraría como un acto de expiación, sino como puro oportunismo político, generando desencanto y desconfianza en el elector costarricense.
En esta encrucijada en la que se encuentra el PAC, cualquiera sea el camino que se escoja pareciera estar lleno de sinsabores y fracasos, provocados exclusivamente por sus propios desaciertos y desatinos.
