Apenas estamos estrenando este nuevo año y, en consecuencia, es oportuno repasar algunos elementos de la economía costarricense para los próximos meses.
Producción. La economía costarricense creció el año pasado un 3,5%. El sector agrícola y la construcción vienen creciendo menos; en cambio, los servicios de transporte, financieros y el comercio mostraron un mejor desempeño. La prolongación electoral hacia una segunda ronda, que finalizará el próximo abril, indudablemente impone, en general, una cierta cautela al sector productivo en sus planes de inversión y contratación. Las estimaciones oficiales esperan un crecimiento económico de 3,8% para este 2014.
Sector fiscal. El déficit fiscal del Gobierno Central cerró el año pasado en 5,4% y, en un escenario pasivo, al término del presente ejercicio rondará el 6%. A diciembre del 2012, el faltante de recursos se financió 65% en el mercado interno y 35% en el externo; y, en diciembre del 2013, las cifras fueron 70% y 30%, en ese mismo orden. Si la proporción de financiamiento interno se incrementa, las tasas de interés subirán, aumentando el costo financiero de los créditos y de los proyectos productivos, y retrasando la marcha económica y la creación de empleos. Si se acude al exterior, con el riesgo de que las tasas internacionales aumenten, la carga financiera de la deuda aumentará. En términos interanuales, en diciembre del 2012 los ingresos crecieron 8% y, a diciembre pasado, también, pero los gastos aumentaron 10% y 14%, en su orden. El servicio de intereses subió 5% y 34%, respectivamente. Para la Administración y la Asamblea entrantes, el tema fiscal va o va….
Sector monetario. Al cierre del año precedente, la inflación fue de 3,7% y, para este 2014, la meta se redujo a 4%, con un rango de oscilación de ±1%. El crédito al sector privado, en los últimos 12 meses, creció 12%, evidenciando un enfriamiento relativo de la economía, tendencia persistente este año. Recientemente, el tipo de cambio promedio ha rondado los ¢509 y su volatilidad anda en ¢8 (para el mismo lapso del año pasado, este último dato fue ¢2). La variabilidad del tipo de cambio respondería, en parte, a los ajustes de política monetaria estadounidense, a la incertidumbre electoral en cuanto a la futura política económica, a la demanda de dólares desde el sector público y, en general, a una expectativa alcista de la divisa, haciendo que los agentes económicos adelanten sus compras. Las autoridades intervinieron para normalizar su comportamiento, porque, así, aplacan cualquier tendencia de incremento errático que pudiera traducirse en mayores expectativas inflacionarias, entorpeciendo el logro de la meta de precios.
Sector externo. La dilatación de la recuperación económica mundial explica que las importaciones y exportaciones mostrarán modestos ritmos de crecimiento. Por su parte, el ingreso por inversión extranjera directa andará por los $2.000 millones. Las reservas monetarias exhiben holgura, superando los $7.200 millones.
En síntesis: la atención al sector fiscal permitirá liberar recursos para producir, emplear y distribuir mejor, para corregir, sin demora, la desigualdad de los ingresos medida por el coeficiente de Gini, que en el 2000 fue de 0,412 y, en el 2012, de 0,518, implicando que la desigualdad aumentó.
Por lo demás, parabienes a todos en este 2014.