Costa Rica ha cumplido ya el 81% de su meta de carbono-neutralidad hacia el 2021. Esta es una gran noticia para nuestro país y se debe, principalmente, a las acciones de compensación provenientes del crecimiento de la cobertura forestal.
El país estableció, en el 2007, la meta de convertirse en carbono-neutral para el 2021. Esto implica que el balance neto de los gases de efecto invernadero que emitimos a la atmósfera sea igual a cero a partir de ese año. No significa que el país no emitirá gases del todo, sino que logrará compensar gran parte de sus emisiones y, además, reducir un porcentaje de ellas. Así logrará que emisiones (E), menos reducciones (R), menos compensaciones (C) sea igual a cero, cumpliendo la fórmula E-R-C=0.
Se calcula que, para el 2021, las emisiones nacionales alcanzarían las 21,6 millones de toneladas de CO2, asumiendo que haya 5 millones de ticos y que estos emitan cerca de 4,3 toneladas de CO2 per cápita, una cifra muy baja comparada con los países desarrollados. Estos cálculos están hechos utilizando la proyección de emisiones de Adamson-Badilla (2008), en la que se considera un escenario base donde se mantienen las condiciones actuales de generación de emisiones.
Como decía, ya llevamos un 81% del camino andado, gracias a la suma de actividades de compensación por parte de nuestros bosques, proyectos del sector forestal, plantaciones forestales y manglares, que son sumideros de CO2. El 19% restante debemos completarlo mediante la reducción de emisiones, con proyectos de ahorro energético, menor uso de insumos como el agua y materias primas, o la introducción de nuevas tecnologías en el transporte.
Primer éxito. Exitosamente, Costa Rica ha impulsado una política forestal que le ha permitido convertirse en el único país tropical que logró revertir su tasa de deforestación, pasando de un 21% de cobertura forestal en 1987 a un 52,4% en el 2013, según un estudio reciente de Sinac, Fonafifo y la agencia de Cooperación Alemana (GIZ).
Este estudio se hizo con 168 imágenes satelitales y más de 300 parcelas de comprobación en todo el país, utilizando por primera vez la tecnología RapidEye, con una resolución espacial de 5x5 metros y una rigurosa metodología para el procesamiento de la información, que permite un nivel de exactitud mucho mayor a todas las mediciones hechas previamente.
Los resultados indican que la cobertura forestal no solo se mantuvo para el 2013, sino que también aumentó en 5.112 hectáreas con respecto al 2010. Gracias a este estudio, se cuenta con información detallada de la cantidad de hectáreas por cada una de los 10 tipos de cobertura que existen en el país, permitiendo por primera vez una contabilidad más exacta de la fijación de carbono. Se logró estimar un potencial de fijación de carbono de los bosques nacionales de 17,5 millones de toneladas de CO2 anuales, cantidad que corresponde al 81% de las 21,6 toneladas de CO2 que se deben compensar y/o reducir para el 2021, para ser carbono-neutral.
El reto. El otro 19% de las emisiones proyectadas para el 2021 (cerca de 5 millones de toneladas de CO2 para ese año) deben reducirse mediante la suma de proyectos públicos y privados en los sectores de transporte, energía, agricultura e industria.
Este será un esfuerzo complejo, ya que esta fase topará con costos económicos crecientes e implica adquirir tecnología cara.
La Administración Chinchilla ha dejado el camino bien avanzado para esta reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Para tener éxito, habría que cumplir el Plan Nacional de Energía y que crezcan el número de empresas carbono-neutral. A la fecha, contabilizamos 14 empresas certificadas: Café Britt, Bac Credomatic, Geocycle, Florex, Euromobilia, Travel Excellence, Assuaire, Cooperativa de Ahorro y Crédito ANDE, Asociación Cámara de Exportadores de Costa Rica, Operadora de Planes de Pensiones del Banco Popular y Desarrollo Comunal, CH Operación de Inversiones Hoteleras, Grupo Purdy Motor, Mapache Rent a Car y Coopelesca.
Entre los proyectos públicos, cabe destacar la planta de tratamiento de aguas residuales El Tajo, del AyA, que entrará en operación en el 2015 y permitirá reducir 20.000 toneladas de CO2 anuales, así como el proyecto hidroeléctrico Reventazón, del ICE, que entrará en operación en el 2016 y reducirá 850.000 toneladas de CO2 anuales, al sustituir mucha de la generación térmica basada en combustibles fósiles. También quedan listos los préstamos para proyectos geotérmicos, financiamiento para sustituir las flotillas de buses y taxis, y proyectos de la vía de Circunvalación que permitirán un tránsito más fluido y una menor emisión por parte de los vehículos.
En el sector privado se requiere que más empresas asuman compromisos a partir del 2017. Por ejemplo, las dos empresas cementeras deberán reducir más de 1 millón de toneladas anuales mediante mejoras en el proceso, mejor uso de la energía y uso de fuentes de energía con menor contenido de CO2 por unidad producida. Los bananeros, piñeros y cafetaleros ya trabajan sus planes sectoriales, conocidos como Namas.
Corresponde a los futuros Gobiernos acelerar el cumplimiento del Plan Nacional de Energía y seguir promoviendo acciones empresariales en transporte, agro negocios e industria. Con este esfuerzo final, tendremos para el 2021 un país carbono-neutral.