Llaman la atención y obligan al derecho de respuesta las declaraciones del presidente ejecutivo del INS, don Guillermo Constenla, sobre el proyecto de ley que he presentado en relación con las empresas públicas y privadas de seguros y la relación con sus agentes de ventas y la seguridad social del país.
El proyecto no pretende que los agentes sean asalariados del INS, únicamente que de las comisiones que ganan aporten la parte correspondiente como patrón y trabajador a la seguridad social; pero parece que el señor Constenla no conoce el texto presentado.
¿Por qué brinca, señor Constenla, si el piso está parejo? Incluso ya la CCSS manifestó formalmente el apoyo a este proyecto de ley.
El fondo real de la modificación propuesta responde a mi convicción de revertir la actual situación financiera de la CCSS, y por eso lo que busco es cerrar toda clase de portillos que se vienen utilizando para evadir las responsabilidades de patronos y empleados con la seguridad social.
Es de todos conocido que muchas empresas simulan las relaciones laborales para evadir el pago a la CCSS, disfrazándolas de contratos mercantiles.
De aprobarse esta reforma a la ley, todos los trabajadores del sector de seguros, tanto del INS, como de todas las demás empresas aseguradoras privadas, deberán cumplir con sus obligaciones con la seguridad social del país, de manera que de las primas que generen los negocios de seguros, y en correspondencia con los salarios y/o comisiones que los trabajadores devenguen, tanto el patrono como sus servidores, deberán cotizar para la CCSS.
Si bien los Tribunales de Justicia, como dice el señor Constenla, dictaron sentencia en contra de los agentes de seguros, esto fue producto de un acuerdo político entre las presidencias ejecutivas del INS y la CCSS, negando el Informe de Inspección de inicios del 2001, elaborado por la CCSS N.° SSD-1232-000939-2001-1, que demostraba que existe relación laboral de los agentes, indistintamente de que se les pagara comisiones y no salario.
Con ocasión de la negociación respecto al pago de las costas del juicio por los agentes de seguros, el señor Constenla –aunque al principio lo negó en su comparecencia ante la Comisión Legislativa que analiza lo referente a la CCSS–, al final no le quedó más remedio que aceptar la presión que ejerció sobre los agentes de seguros, para que, de puño y letra, se manifestaran en contra del citado proyecto, o de lo contrario, no habría firma del finiquito acordado.
Justificó este exceso de poder diciendo que era su potestad ejercer tal presión.
No dice la verdad otra vez, cuando afirma en su artículo: “Nos interesaba conocer el nivel de apoyo (...) al proyecto de ley”. No hubo tal consulta a los agentes: o firmaban o no hay finiquito.
Resultado de esta forma despótica de administración de empresa pública es que me vi obligado a presentar la denuncia a la Procuraduría de la Ética. Espero y no se repita lo sucedido con el caso de Liberman-Garnier, que denuncié en su momento.
Agentes no tendrán convención colectiva. No es cierto que los agentes de seguros del INS van a ser beneficiados por la Convención Colectiva del INS, dado que la actual Convención Colectiva pactada entre el INS y sus trabajadores, excluye a los agentes de seguros, en vista de lo diferente y específico de sus labores.
Cuando el señor Constenla habla de pasar del modelo de comisiones al modelo de asalariados, nos hace pensar que desconoce las labores de producción de los agentes vendedores, quienes únicamente reciben ingresos de sus ventas y no viven de un salario; en consecuencia, si no producen, no ganan.
Dentro de la intención de eludir sus obligaciones con la seguridad social, el INS ha creado figuras dudosas como INS-Servicios que contrata empleados con pírricos salarios y condiciones laborales desiguales.
En relación con la condición de competencia, desde que se empezó a tratar el tema de la apertura, al INS se le han otorgado las armas suficientes para operar en este modelo y no es cierto que cumplir con la seguridad social del país, haría desaparecer al INS.
Por una justicia social. El régimen de justicia social y los logros como el Código de Trabajo, la CCSS y las Garantías Sociales son producto de la visión, la integridad y la buena voluntad de personas extraordinarias, que supieron conciliar intereses y alcanzar puntos de concordancia con todos los sectores, en procura de un desarrollo económico y social que caracterizó a nuestros próceres; pero no se debe perder de vista que también demandaron grandes luchas y esfuerzos de las clases obreras para alcanzarlas.
¿Cómo puede el señor Constenla atribuirle a la Asamblea Legislativa que propicie legislación en contra de los intereses de las grandes mayorías para favorecer a unos pocos, cuando el verdadero y único espíritu de esta reforma a la ley de marras es el de devolverle a la CCSS una apropiada situación financiera, corrigiendo las desviaciones que se vienen dando en los regímenes de contratación de trabajadores y la evasión mediante subterfugios que desacatan los mandatos de la legislación vigente?
Preguntémonos qué pasaría si todas las empresas e instituciones del país asumieran con sus trabajadores la misma línea de contratación que ha asumido el INS con sus agentes de seguros.
Esperamos una pronta resolución de la Procuraduría de la Ética Pública y le agradezco al señor Constenla afirmar que yo me “disfrazo con la piel de oveja de la defensa de la CCSS” porque no solo defiendo la Entidad Aseguradora, lo hago con los más necesitados, los más pobres y, sobre todo, como buen costarricense, defiendo a mi pueblo, mi país y sus ovejas...