Después de la nota publicada por este diario el pasado 23 de enero, titulada “Otras cuatro comunidades reciben agua con arsénico”, en AyA queremos aclarar varias inexactitudes mencionadas en la nota, y así clarificar dudas de los habitantes de estas comunidades y de todos los ciudadanos.
Primero. Hemos puesto a disposición de todos los usuarios los datos incluidos en el informe presentado a la Sala Constitucional el 3 de diciembre del 2013, el cual es público y se puede consultar en las municipalidades, en las oficinas de las Asadas y de los acueductos comunales, y en las oficinas regionales del AyA y del Ministerio de Salud.
Es necesario tener claro que, para todos los acueductos del país, la norma nacional indicada para proteger la salud de la población es que la cantidad de arsénico debe ser igual o menor a 10 μg (10 microgramos) por litro de agua consumida, y que se expresa como 10 μg/L.
Todos los 23 sistemas mencionados en dicho artículo ya fueron atendidos y, en consecuencia, el 73% de la población originalmente en riesgo, que alcanzó a 38.678 personas. O sea, cerca de 28.152 personas ya reciben agua que cumple la norma nacional: en este caso, directamente desde el acueducto.
En los acueductos restantes, que sirven al 27% de la población, originalmente en riesgo (10.526 personas), la población recibe agua mediante aprovisionamiento casa a casa, mediante cisterna que transporta el agua de sitios cuya calidad ha sido certificada por el Laboratorio Nacional de Aguas. Entre el mes de junio y el 5 de noviembre del 2013 se han entregado 42 millones de litros de agua para proteger la salud de estas personas y se sigue entregando hoy día. No es cierto que beban agua con arsénico.
En este segundo grupo están los sistemas mencionados en ese artículo, cuya situación ya había sido atendida en el 2013, aunque estos casos no se incluyeron en el Decreto de Emergencia Sanitaria del 22 de marzo del 2012, ni en el voto 2013007598 de la Sala Constitucional, emitido el 5 de junio del 2013.
Segundo. En el caso de Javillas de Cañas, desde el 28 de julio del 2013 se desconectó el pozo que contenía arsénico por sobre la norma y se procedió a captar una fuente cercana a la población. Se pasó a recibir agua con 5 μg/L en forma continua en las viviendas. Ese valor es la mitad del valor de la norma nacional, y se comprobó el 23 de agosto del 2013 mediante análisis de agua de la red.
En el caso de Sahara Batán en Limón, la planta de tratamiento que remueve el manganeso y hierro presente en el agua, remueve también el arsénico. En el caso del arsénico, los datos demuestran que el agua cruda presenta 12 μg/L al ingresar y se entrega agua con 6 μg/L a la población. En este caso se cumple la norma nacional, dado que es menor al valor máximo de 10, según los análisis de julio del 2013. Es decir, no es cierto que estas dos comunidades reciban agua con arsénico hoy día, como se dice en la nota mencionada.
En el caso de Bagatsi (Agua Fría de Bagaces), el 30 de agosto del 2013 se determinó la presencia de la sustancia en el agua de la comunidad y, el 12 de setiembre del 2013, se da la orden de sacar de funcionamiento el pozo contaminado y entregar agua potable. Al 3 de diciembre del 2013, se reportaron 175.000 litros de agua potable suplidos a las 190 personas a las que sirve ese acueducto, mediante camiones cisterna en entrega casa a casa y en centros educativos. La solución definitiva está en estudio de alternativas.
En la Esperanza de Sábalos de Pavón (Golfito), desde el 8 de agosto del 2013 se entrega agua potable a la comunidad. Al 3 de diciembre del 2013, se reportaron 495.000 litros de agua potable suplida a las 240 personas a las que sirve ese acueducto, mediante camiones cisterna en entrega casa a casa y en centros educativos. La solución definitiva está en estudio de alternativas.
En los casos de sistemas administrados por las comunales, trabajamos en forma conjunta con las juntas directivas respectivas y mantenemos controles diarios que firman los vecinos para asegurar la entrega del agua a las personas en las fechas y horas acordadas. Además, en el caso de Bagatsi, se trabaja en forma conjunta con el Ministerio de Salud, entidad que ha colocado más de 52 filtros domiciliares “Kanchan”, cuya efectividad ya ha sido demostrada.
Tercero. AyA no está pensando en resolver, AyA ha resuelto y ha invertido cerca de ¢1.000 millones y, al concluir el 2014, habrá invertido unos ¢3.000 millones para proteger la salud de los usuarios de sistemas que aún requieren mejoras.
Este trabajo no es exclusivo del AyA, sino que se realiza en forma mancomunada con las comunidades, municipalidades en el marco de la Comisión de Agua Segura que lidera la ministra de Salud.
Se continuará estudiando los sistemas de agua potable de todo el país y los resultados se pueden consultar en el informe a la Sala Constitucional.
Insistimos que, en acueductos en operación, no existen casos sin atender. El origen geológico determina que puedan presentarse nuevos casos, pero, de encontrarse alguno, primero se corroborarían los datos y serían del conocimiento del ente operador y de los usuarios, según el procedimiento adoptado por AyA en los casos atendidos.
Insistimos en que las personas utilicen el agua que entregamos en cisterna para beber y preparar alimentos, y las aguas del acueducto, para fines de limpieza e higiene en el hogar. Cada persona debe ayudarnos a cortar el ciclo de contaminación mientras concluimos las mejoras necesarias.
Al día de hoy se ha resuelto definitivamente la situación para 28.152 personas que estuvieron originalmente en riesgo. Para las restantes 10.526 personas se entrega agua provisionalmente mientras se concluye la colocación de equipos de remoción para siete comunidades, que se inició el 28 de enero.
Además, en el primer semestre de este año se concluirán las mejoras en ejecución.