En relación con la noticia “Auditoría del TEC revela despilfarro de fondos públicos ” del periodista Otto Vargas y del señor Fernando Gutiérrez, publicado el martes 25 de mayo del 2010, en la página 12 A, en ejercicio de mi derecho de respuesta, manifiesto:
1. Es falso que yo haya cobrado un Curso sin haberlo impartido. Fui nombrado para impartir el “Seminario de Estudios Costarricenses” de julio a diciembre del 2009. Impartí más de la mitad de ese curso y luego me acogí, legalmente, a mi derecho de vacaciones acumuladas. En el Curso me sustituyó, voluntariamente y sin cobrar un cinco, otro profesor. Al acogerme a vacaciones acumuladas, tenía derecho a que esas vacaciones me fueran pagadas. Nuestra Convención Colectiva dice: “El trabajador recibirá como salario durante las vacaciones un monto igual al salario nominal devengado en el mes anterior'”.
Eso es exactamente lo que se aplicó en mi caso, como en el de todas las personas que trabajan en el TEC. No se me pagó y yo jamás lo hubiera permitido, “por un curso que no impartí”, sino por el derecho a vacaciones acumuladas, adquirido con anterioridad.
2. Es totalmente falso que el chofer asignado a la Rectoría, reciba pagos excesivos o ilegales por concepto de horas extras y que no fueron laboradas. Por ser el chofer del máximo jerarca institucional su jornada laboral diaria comienza a las cinco de la mañana y se extiende hasta las ocho o nueve de la noche. Recorre aproximadamente 180 km diarios en labores propias de su cargo y del mío. El chofer asignado a la Rectoría brinda servicios a la Rectoría, al Consejo Institucional, Vicerrectoría de Docencia, Asesoría Legal, Auditoría, transporta delegaciones internacionales, me acompaña a actividades en la Sede Regional San Carlos y a giras a los proyectos de regionalización en el norte y sur del país.
Las horas extras legalmente canceladas al señor Jorge Masís Navarro son autorizadas por mí y llevan además el visto bueno del Departamento de Recursos Humanos, de la Unidad de Presupuesto y de la Vicerrectoría de Administración, y son revisadas por la Unidad de Contabilidad. Así, es muy improbable que alguien –y menos el chofer del Rector– pueda hacer trampa con las horas extras.
El pago de horas extras al chofer de Rectoría no es excesivo, ni abusivo, ni oculta ninguna actividad ilegal o no autorizada.
En todos los casos analizados arriba tengo en mi poder documentos y pruebas que demuestran la verdad de todas y cada una de mis afirmaciones y me pongo a disposición del periódico para responder a dudas que se puedan mantener sobre estos hechos, en la medida en que la Ley lo permita, habida cuenta de que existe un sumario judicial a cuyo contenido no debo hacer referencia por imperativo legal.