El último Censo Nacional de Población se realizó en el año 2000 y registró una población de 3.929.248 habitantes. Ha pasado una década, y sabemos que nuestra sociedad ha cambiado mucho, pero es necesario precisar el alcance y dimensiones de tal cambio.
Un nuevo censo, no solo nos permitirá saber cuántos somos, sino cómo nos distribuimos a nivel geográfico, cuál es la conformación etaria y familiar, la estructura ocupacional y productiva, así como otros aspectos que nos dan una fotografía precisa de cómo vivimos y cómo hemos respondido a la evolución del contexto; a su vez esta información es vital para responder asertiva y proactivamente, al dinamismo de nuestra sociedad, y para definir acciones que potencien nuestro desarrollo y bienestar.
El censo aportará datos universales (es decir, con aplicación para todo el territorio nacional) y permitirá, a su vez, identificar el comportamiento de cada una de las variables de observación, a un nivel máximo de desagregación territorial.
El valor del conocimiento, en la sociedad moderna, es indiscutible. Contar con datos actualizados, validados por procedimientos rigurosos de recolección y sistematización, es esencial para orientar políticas, programas y recursos públicos en sectores como salud, educación, vivienda, trabajo, bienestar y seguridad social, entre otros; y representa un insumo básico para el planeamiento y la toma de decisiones tanto en el sector público como en el privado.
El complejo ejercicio de investigación que significa realizar el Censo, es asumido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, con más de 125 años de experiencia en el ámbito estadístico, y se realiza con fondos estatales.
Costa Rica ha efectuado nueve censos desde el año 1864, los cuales han sido claves para evaluar el pasado, describir el presente y planificar el futuro.
Para el Gobierno de la República llevar a cabo este diagnóstico nacional es fundamental. Por tal motivo, a pesar de encontrarnos aún ante las secuelas de la crisis fiscal y con importantes limitaciones presupuestarias, el Gobierno demostró la voluntad política existente al incluir el financiamiento faltante para la ejecución del Censo 2011, en el presupuesto extraordinario que se presentó recientemente a la Asamblea Legislativa. Gracias a la presidenta de la República y al ministro de Hacienda, conjuntamente con los esfuerzos realizados por el Ministerio de Planificación y el INEC, se ha encontrado una respuesta para la ejecución de este estudio.
Es absolutamente seguro que el uso de esta base estadística completa facilitará la elaboración de las políticas y programas que van en beneficio de las necesidades de la población, y servirá para la interpretación y planificación de las medidas futuras que será necesario tomar, en ruta hacia el desarrollo, aspiración que debe ser concretada y con respecto a la cual, cada uno de nosotros cuenta.