En un artículo publicado el 6 de mayo anterior, el diario La Nación intenta engañar a suslectores con una historia (supuestamente periodística) que titula “Líder del PLN evita juicio al pagar ¢300 millones a Banvhi” , y en la cual alude al dirigente cooperativista Rodolfo Navas.
Utilizando verdades a medias y, sobre todo, ocultando el trasfondo de la situación, esteperiódico sugiere que Rodolfo Navas y otros 13 dirigentes cooperativistas se apoderaron de 233 millones de colones girados por el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) para bonos de vivienda, por lo cual tuvieron que pagar 300 millones de colones para evitar un juicio penal.
La historia es muy distinta y al cabo, como veremos, resulta más bien que la entidad representada por estas personas (Univicoop) ha financiado esa suma de dinero para que decenas de familias en situación socioeconómica de emergencia pudieran tener un techo.
Falso. En primer lugar es indispensable aclarar que ni Rodolfo Navas ni los otros 13 dirigentes cooperativistas aludidos han cancelado un centavo al Banhvi. Desde el título mismo, el artículo es una falsedad. Quien ha hecho el pago es Univicoop, que es una empresa cooperativa que durante varios años actuó como entidad autorizada para tramitar bonos de la vivienda.
Durante el período enque Univicoop tuvo tal condición, entregó miles de millones de colones a familias beneficiadas con el bono, hasta que a mediados de 1998 el Banhvi decidió suspenderle tal condición y cortar la entrega de fondos ya aprobados.
En ese momento, por una situación de flujos de caja, Univicoop había utilizado esos ¢233 millones (valga decir, una pequeña parte del total tramitado), en cubrir necesidades de otros proyectos de vivienda de interés social, tales como Alemania Unida, Las Marianas San Juan deDios de Desamparados, Los Jaules-Zetillal y Santa Bádiara.
La idea era que conforme entraran los reclusos correspondientes a estos proyectos —todos ellos de interés social (contrario a lo que afirma La Nación) y aprobados también por el Banhvi–, se irían entregando los otros bonos de vivienda
Sin embargo, al suspender el Banhvi la entrega de los recursos, se hizo materialmente imposible seguir cumpliendo con estos compromisos, lo cual causaba una gran preocupación a Univicoop y a sus dirigentes.
Eso fue el origen de la conciliación a la que se llegó posteriormente. De hecho, ni la acusación de la fiscalía ni la querella presentada por el Banhvi achacan a persona alguna el haber tomado dineros en provecho propio. Eso está claramente establecido.
Es una afirmación tendenciosa del artículo que esos recursos se emplearan en “inversiones transitorias” y “proyectos comerciales”, como afirma el artículo. Las únicas inversiones transitorias que se hicieron tenían que ver –como ya se ha dicho– con la construcción de viviendas de interés social, para personas que vivían en precarios y a quienes urgía resolverles su situación habitacional.
La negociación. Reconociendo que hubo un procedimiento administrativo probablemente erróneo (nunca una actitud dolosa), Univicoop planteó al Banhvi varias propuestas para el pago de los bonos, incluso antes de la existencia del proceso penal abierto por la Fiscalía.
Una vez abierta la causa penal, el planteamiento se hizo dentro del marco de la conciliación, con apego total a las normas legales que regulan este instituto.
El resultado fue un acuerdo de que Univicoop pagaría poco más de ¢233 millones (el mismo monto utilizado en los proyectos de vivienda), intereses por ¢63,8 millones, más honorarios de abogado por ¢10 millones, lo que hace un total de ¢306 millones.
El acuerdo fue homologado (es decir, avalado) hace dos años por el juez que llevaba la causa, no solo porque se enmarcaba en las posibilidades que ofrece la ley para la resolución de este tipo de situaciones, sino porque es evidente que el Banhvi no sufría con ello ningún daño patrimonial.
Cabe señalar que el Banhvi no ha girado el dinero invertido por Univicoop en los proyectos habitacionales antes mencionados, como Alemania Unida o las Marianas, de lo que resulta que esos ¢306 millones entregados al Banhvi los asumió la entidad cooperativa, con un gran esfuerzo de su parte.
El asunto viene a ser desempolvado dos años después por LaNación, simulando una “gran noticia”, con un artículo sesgado y tendencioso, en el que se evitó sistemáticamente dar a conocer toda la información.
Por último, no se hace en el artículo mención alguna de que fueron varias las entidades que en determinado momento adeudaban al Banhvi dineros par concepto de bonos de vivienda y que Univicoop R. L. ha sido la única entidad que reintegró al Banhvi el 100% y más, del total de esos bonos, aun cuando el dinero de los mismos está de todas formas invertido en viviendas de interés social cuyo costo no ha recuperado Univicoop R. L.
Aún más, de ubicarse temporalmente lo sucedido, tiene que hacerse en el marco de la crisis financiera de 1998, que tocó a varias entidades autorizadas del Sistema Finaciero Nacional para la Vivienda. Incluso el Banhvi les dio a Viviendacoop y a Coovivienda más de ¢20.000 millones en asistencia financiera.
De estos recursos y de los bonos dejados de girar, la única entidad que ha cancelado el 100% del capital, intereses y costas ha sido Univicoop R. L.
La situación legal. Asegura el diario que la Fiscalía se la opuesto a la conciliación entre el Banvhi y Univicoop, y que exige que se realice un juicio a los dirigentes cooperativistas.
No obstante, lo cierto –y relevante para el caso– es que la Fiscalía NO impugnó de ninguna forma la homologación que hizo el juezdel acuerdo, por lo que carece de sentido venir a discutir a estas alturas lo que es un asunto resuelto judicialmente hace dos años.
El otro tema es del proceso penal, que por razones obvias –ya expuestas– tiene que extinguirse, pues está demostrado, según lo dicho, que no hubo de parte de Univicoop ni de sus directores ninguna intención de perjudicar a los beneficiarios del bono ni al Estado, y que cualquier daño patrimonial que pudiera alegarse ha sido total y absolutamente enmendado con el acuerdo.
Por lo tanto, lo único que cabe esperar es que el juez dicte el sobreseimiento y el asunto se cierre de manera definitiva.