Una de las carreteras más importantes de nuestro país es precisamente la que más ha venido padeciendo la falta de inversión, ocasionando múltiples problemas que los costarricenses han sufrido en carne propia, como el deterioro de la junta de expansión (“platina”) del puente sobre el río Virilla, el reciente colapso de una alcantarilla, que ocasionó un hundimiento de grandes dimensiones que obligó a su cierre parcial, y las presas diarias por el agotamiento estructural del pavimento que esta ruta presenta.
Con el reciente aval para la cesión de la concesión de la carretera de San José a San Ramón, nuestro país tiene la oportunidad no solo de dejar atrás esos padecimientos, sino de concretar la obra vial de mayor importancia y necesidad según academia, consultores y asociaciones profesionales. Dicha vía comunica no solamente los centros urbanos más grandes en tres provincias, sino que conduce al principal aeropuerto, a la totalidad de la provincia de Alajuela y al resto de la zona norte, además de ser vía alterna al Pacífico.
La concesión es saludable para las finanzas estatales pues permite construir y conservar, por muchos años, obras de primer nivel, a partir de recursos externos invertidos por empresa privada, sin ser deuda pública y sin tener que pagar intereses. Cualquier obra financiada por endeudamiento o impuestos es pagada por todos (as) los (las) habitantes del país; cuando se trata de concesión, los conductores de esa vía son quienes más contribuyen, pero solo porque obtienen mucho mayor beneficio que lo que pagan.
En San José-San Ramón, además de que los pavimentos existentes, serán reforzados y reconstruidos; el área pavimentada en los 58 km del trayecto crecerá más del 55 %, incluyendo ampliación del número de carriles en parte importante de los 18 km entre San José y el aeropuerto, además de carriles adicionales en 15 km entre aeropuerto y San Ramón. Las obras incluyen los 18 nuevos y mejorados pasos a desnivel, que permitirán agilizar el ingreso y salida de los diferentes poblados. Se reforzarán y ampliarán 8 puentes, se construirán 43 bahías de buses nuevas, así como 29 puentes peatonales, para hacer más expedito el tránsito, a la vez que se protegen vidas humanas. También se completará la radial Santa Ana con el nuevo tramo entre el aeropuerto y la Panasonic, de casi 3 km.
Al terminarse las obras, los vehículos se ahorrarán 40 minutos diarios en viajes de ida y vuelta entre San José y Alajuela; 60 minutos diarios para quienes viajen hacia y desde San Ramón. Esto representa un ahorro de más de ¢6.000 diarios para los vehículos livianos que viajan a San Ramón y de más de ¢4.000 para los que viajan a Alajuela, a partir de ahorros en combustibles, menos costos de mantenimiento como llantas, lubricantes y reparaciones mecánicas, salarios de a quienes se les paga por conducir; así como el valor del tiempo de las personas, que podrán elegir si lo trabajan y se les remunera, o si disfrutan de más tiempo de calidad con sus familias. Quien conduzca su automóvil a San Ramón, por ejemplo, paga ¢3.800 de peajes por día, pero la nueva vía representa un ahorro diario de al menos ¢6.000, de manera que por día se ganará ¢2.200.
Quienes viajen en bus serán aún más beneficiados, por cuanto las tarifas deberán bajar cuando la vía genere menos consumo de combustible, menos desgaste de llantas, menos reparaciones mecánicas, menos remuneración a los conductores. Quienes viajen en bus, sin pagar más, se ganarán hasta una hora diaria, si se desplazan a San Ramón, pudiendo trabajar más, disfrutar con sus familias, estudiar, etc.
En la práctica habrá aún más ventajas, pues se debe tomar en cuenta el gran ahorro en costos de operación asociado a pavimentos siempre en condición de nuevos, mucho más allá de cualquier programa de conservación de Conavi. Los estándares anuales son los más estrictos para concesión alguna; este Gobierno los rigidizó en coordinación con Lanamme y se ha requerido un estado de perfección en la vía, durante cada año de concesión, inédito incluso en países desarrollados. Los usuarios disfrutarán de la mejor vía del país durante el plazo completo de la concesión, con ahorros más allá de los ¢2.200 diarios para los usuarios de San Ramón.
Lo que cada conductor invierta en peajes, le será devuelto en ganancias asociadas a vías más rápidas y en mejor estado; ganancias transmitidas también a los pasajeros de buses, quienes, sin pagar más por sus pasajes, ahorrarán valioso tiempo de viaje.
La concesión no solamente traerá beneficios personales a los usuarios, sino que será coadyuvante para el desarrollo de comercio, industria y turismo en comunidades que se acercarán a San José.