Noticias recientes publicadas en La Nación nos hacen reflexionar acerca de retos importantes que afrontará el nuevo Gobierno de la República. Carolina Mauri, ministra de Deportes, indica que se requieren entrenadores y profesores de Educación Física (actualmente Ciencias del Movimiento Humano) para impulsar la masificación del deporte.
Otro reportaje preocupante nos indica que en un estudio realizado con una muestra de niños y adolescentes de la Gran Área Metropolitana (GAM), solamente un 63% de los encuestados realizaban actividad física, la cual era, además, obligatoria, pues la llevaban a cabo en las clases formales de Educación Física. Es así como se vislumbran tres retos sumamente importantes que requerirán de la mayor coordinación de, al menos, tres ministerios. Una tarea nada fácil.
Retos. Primero: lograr que el Ministerio de Educación Pública (MEP) considere, de una vez por todas, que la materia de Educación Física no es “de relleno”, sino parte integral de los hábitos deseables en un ciudadano. No es un gasto, es una inversión. Pero, ¿cómo logrará el nuevo Gobierno cubrir ese 75% de escuelas que no imparten educación física? (La Nación, 7-11-2009).
Esto, automáticamente, significaría un aumento en el tamaño de la planilla del MEP pues, de acuerdo con el fallo de la Sala Constitucional del 2009, el MEP está en la obligatoriedad de ofrecer clases de Educación Física desde preescolar hasta la segunda enseñanza. Parece que los gremios del sector educativo, incluyendo el Colegio de Licenciados y Profesores en Letras, Filosofía, Ciencias y Artes, no han tenido un papel preponderante en este tema.
Segundo: lograr que las autoridades rectoras, Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud, coordinen esfuerzos en materia de salud preventiva. Hace 10 años, con datos del 2002 y 2004, publiqué un comentario en La Nación (4-4-2004), en el que discutí datos proporcionados por la CCSS, en donde era evidente el aumento en el gasto por atención de muchas de las enfermedades que se relacionan con el sedentarismo y la inadecuada alimentación. En esos años, se encontró que los gastos pasaron de ¢18 mil millones a ¢33 mil millones; es decir, casi se duplicó.
Ya sabemos de los múltiples problemas por los que atraviesa la CCSS; sin embargo, necesitamos invertir enérgicamente en prevención, pues el esquema actual de atención no va a durar para siempre. Las filas interminables, las citas para dentro de 5 o 10 años, y la escasez de especialistas y de equipo tecnológico son evidentes. Con una población cada vez más enferma, ¡no hay sistema de salud que soporte!
Salud generacional. Hace 18 años realizamos un estudio con una muestra de casi 10.000 estudiantes de primaria y secundaria, y encontramos sobrepeso de entre el 15% y el 23% de los menores en edades de 8 a 18 años de todo el país, y un nada halagador porcentaje de obesidad escolar de casi el 10%. ¿Serán las niñas y niños costarricenses del 2014 tan obesos como los niños mexicanos, país en donde la obesidad alcanza casi el 33% en edades escolares?
Con los datos actuales del estudio de la GAM podemos observar que solamente el sedentarismo alcanza más del 35% de los encuestados mayores de 12 años; es decir, estos jóvenes tienen una alta probabilidad de convertirse en los adultos jóvenes enfermos del 2020. Y es muy probable que así sea. En estudios realizados en la UCR se ha detectado, en estudiantes de primer ingreso, un nivel de sedentarismo del 64%, y se ha encontrado que el 50% tienen entre uno y siete factores de riesgo sugestivos de enfermedad cardiovascular (Campos y Chacón, 2010).
Se sabe, gracias a múltiples instituciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud y el Colegio Americano de Medicina Deportiva, que el sedentarismo es un factor de riesgo para muchas enfermedades. Los profesionales en Ciencias del Movimiento Humano son los responsables de atender los problemas del sedentarismo, ya sea en el ambiente educativo (Educación Física, MEP) como fuera de este. Estas personas actualmente están siendo entrenadas en las universidades para poder afrontar el reto en conjunto con otros profesionales de la salud, pues estamos convencidos de que la dimensión de la salud humana no es exclusiva de una profesión particular.
El tercer reto, implícito, consiste en una comunicación especial entre el nuevo presidente de la República y las ministras de Deportes, Educación y Salud, para atender la problemática del deporte de alto rendimiento, el “deporte salud” y la educación física de calidad.
Prioridades. Con carteras luchando por presupuesto, el tema de priorizar parece que será fundamental y podría ser álgido dentro del Ejecutivo. Sin embargo, el pueblo tiene grandes expectativas y las ministras deberán lucirse en sus funciones, lo que redundará en beneficios para la población. Por ello, una estrategia importante sería incorporar a profesionales en Ciencias del Movimiento Humano dentro de sus planes de trabajo.
Finalmente, pensemos en los futuros adultos mayores y en su salud y calidad de vida. Con una expectativa promedio de 79 años vida, una de las más altas de América, Costa Rica se enfrenta a un desafío enorme en cuando a prevención en salud. Ahora existe mucha más investigación científica que indica que los adultos mayores que se mantienen físicamente activos padecen menos enfermedades, incluyendo las demencias.
Como dice el refrán: “si por la víspera se saca el día”, la generación de niños y adolescentes de la GAM se convertirán en adultos mayores con muchos problemas de salud; es decir, vivirán más años, pero con una calidad de vida muy pobre.
¡Es imperativo que esta población se empiece a mover ya! El nuevo Gobierno se debatirá ahora entre tener indicadores económicos saludables o una población enferma. ¡Debemos movernos y buscar soluciones!
José Moncada Jiménez, catedrático de la Escuela de Educación Física y Deportes, UCR.