Recibimos con dolor el desenlace del proyecto de la refinería de Recope, mas no por las razones que seguramente considera el lector. Hace más de un año nos preguntamos sobre las consideraciones financieras y justificaciones para la continuidad de esa idea. (R. Wattson, Un Código Minero adaptado a los tiempos, Semanario Universidad, 4 Julio 2012, p26).
Luego de arduas explicaciones, que pretenden evitar responsabilidades asignables directamente al consejo directivo de Recope, a algunas de sus gerencias y, por supuesto, a este y el anterior gobierno, es menester que analicemos las decisiones desde el punto de vista administrativo.
Análisis de necesidades. En toda negociación, es importante examinar tanto nuestras necesidades como las de la contraparte, para buscar áreas aceptables de encuentro. Si lo que se desea como país es tener un suministro continuo de derivados del petróleo, entonces lo más económico y rentable es incrementar la capacidad de trasiego por oleoducto y cobrar un porcentaje por el servicio, utilizando una capacidad técnica ya existente (contrato de trasiego con China y partes interesadas, esquema de construcción BOT y pago de royalty).
Si el norte es establecer una refinería, entonces es mejor diseñarla con una unidad de hidrotratado que permita el uso de aceites vegetales y de petróleo, para migrar de manera sostenible a porcentajes cada vez mayores de insumos producidos localmente o focalizarse solamente en materia prima renovable. De esa manera se maximiza el beneficio interno, se genera un combustible adaptable a mediano plazo a un suministro renovable y se potencia el mercado local. Muchos países ya utilizan ese esquema, y un caso cercano está en Brasil, con Petrobras, la empresa estatal, que pudo adaptar el proceso de refinación para utilizar tanto aceite de soya como petróleo y producir diesel renovable, que no es lo mismo que biodiesel.
Sea cual sea el norte, un proceso de hidrotratado que utilice cerca de 250.000 toneladas al año de aceite como materia prima, con una inversión de unos $60 millones (Kubicka, D; Vratislav, T; Hydrotreating of Trygliceride Based Feedstocks in Refineries , Advances in Chemical Engineering, Vol 42, 2013) generaría una demanda de área cultivada de palma africana cercana a las 50.000 hectáreas, más empleos y crecimiento de la demanda interna, con un costo cercano al 85% en materia prima a precios internacionales.
En caso de que esta inversión se realice, es necesario analizar el entorno país, la dirección en que estratégicamente queremos dirigirnos y tomar decisiones valientes y bien informadas, aunque signifique endeudarnos, pero con resultados concretos y efectivos.
Otras aristas. También existen otras aristas del problema del suministro de hidrocarburos, que van desde la eliminación de la capacidad térmica instalada y su cambio a alternativas renovables, sin tocar los parques nacionales, hasta la migración a alternativas más eficientes de transporte de carga por tren o metro, para complementar o sustituir el transporte de carga y pasajeros, y muchas otras posibilidades.
Por ejemplo, en Alemania se eliminó la energía atómica con un esquema de generación de energía renovable que incluso llega a alquilar el techo de su hogar al ciudadano o al negocio privado para instalar paneles solares con periodos de respuesta que se miden en días.
En definitiva, no solamente debemos decidir si vamos a ser carbono-neutrales, sino también qué tipo de desarrollo sostenible deseamos para el país, para empezar a tomar decisiones integrales y no producto de la suma de varias ocurrencias.