Cada año se designa al nuevo presidente legislativo y, con ello, a los nuevos integrantes de las comisiones legislativas. Hace años, fue eliminando el abuso del presidente de imponer las listas de quienes integran dichas comisiones y se mantiene un equilibrio democrático, inspirado en las propias fracciones legislativas que conforman el Parlamento.
En esta ocasión, el Partido Acción Ciudadana –allá sus explicaciones– decidió excluir a don Ottón y a doña Epsy de la Comisión de Asuntos Hacendarios; es su voluntad, no la de acuerdos fantasma que siempre buscan algunos medios de comunicación y grupos de interés específicos. El PUSC está fragmentado y el presidente legislativo decidió dar a cada uno de esos grupos su representante. Ese es un problema del PUSC, no del Parlamento.
En este año pretendemos que la gestión de todas las comisiones permita el avance de las agendas, que no es sinónimo de acuerdo para pasar impuestos; es sinónimo de responsabilidad con las necesidades del país en una gran cantidad de temas.
El país necesita un ajuste tributario que es insuficiente, indica el editorial de La Nación del 24 de mayo, y agrega que no hay equilibrio fiscal sin un cuidadoso examen del gasto público. Precisamente, esa ha sido y sigue siendo la posición del Partido Liberación Nacional desde el inicio. Entendemos que el periódico La Nación, cuyo grupo empresarial tiene intereses válidos, pretenda presionar para que esta tesis se mantenga, pero no es justo, ni transparente, ni honesto, que para ello construya una falacia y genere fantasmas donde no los hay, todo al indicar que el PLN está reconsiderando esa posición.
Desde las dos administraciones pasadas, hemos impulsado la reforma fiscal y los planes de contención del gasto. Logramos un gran consenso al finalizar la administración Chinchilla luego de un desgaste tremendo de la propia presidenta de la República, quien asumió el liderazgo en este tema, y, aun así, se presentó una nueva discusión con el Proceso de Consolidación Fiscal, llevada a cabo por el exministro Ayales. Por lo tanto, al PLN no tienen que recordarle las responsabilidades fiscales, pues siempre las hemos tenido claras.
El 19 de febrero del 2016, hace más de un año, a partir del análisis en una encerrona de la fracción, decidimos “no apoyar los proyectos de renta o IVA hasta tanto el gobierno no emita con claridad y contundencia su política hacendaria integral, la cual tiene que ser comprensiva, balanceada, gradual y equilibrada, así como las acciones concretas de contención administrativa y estructural del gasto público. Esa política hacendaria integral debe acompañarse de un cronograma con acciones en materia de pensiones, empleo público, control de superávit de las instituciones autónomas y obra pública”.
El actual presidente ha señalado en sus mensajes al Congreso, y en una reciente entrevista radiofónica, que su “propuesta estrella seria la reforma fiscal”, pero no ha querido liderar el proceso para no desgastar su imagen, conociendo que esto es un tema sensible y poco atractivo. Más grave aún, en su alianza con algunos sectores sindicales, renunció al debate del gasto en el sector público, especialmente en el tema de las remuneraciones.
En este último año de la administración Solís, esperamos un liderazgo diferente, que el mandatario señale el rumbo y abra la discusión a todos los sectores, entendiendo que hay que hacer algo por la estabilidad nacional y que esto, lamentablemente, no puede esperar.
Liberación Nacional no hace cálculos políticos pensando en la campaña electoral o el futuro gobierno, los hace pensando en lo que el país requiere y necesita. No tenemos miedo al debate y pensamos como línea de partido que este debate debe ser público y liderado por el gobierno, porque para eso lo designaron y, además, si no lo logra, serán cuatro años de fracaso ante el señalamiento de las prioridades que ha dado el propio mandatario.
No hay alianza con ningún grupo político, sectores o grupos de poder. Buscamos acuerdos sobre una agenda país con todos los partidos representados y con la ciudadanía activa. Este, el fiscal, es un tema país que debe ser resuelto ya, sobre todo al ver que la situación internacional empieza a ser diferente y negativa a la bonanza de la que ha gozado este gobierno.
En el PLN, creemos que cualquier reforma fiscal tiene que ser progresiva, transparente y equilibrada, y evitar al máximo posible recargar el coste a los grupos medios y pobres del país. Esto, entendemos, no es el gusto de algunos sectores empresariales, pero es lo que es justo y necesario para la paz social que al final es un beneficio para ellos mismos.
En el PLN, creemos que todo esto debe ir unido a un ajuste del gasto público para hacerlo eficiente, eficaz, transparente y de mejor calidad, fortaleciendo los programas sociales o la política económica del Estado.
Por cierto, es falso lo que dicen los periodistas de La Nación, al insinuar en su editorial que también aceptamos debilitar la Comisión de Ingreso y Gasto Público. De nuevo, nosotros no decidimos quiénes van a las comisiones, pero les aseguramos que el control estricto de las actuaciones del gobierno, y en especial para evitar el despilfarro y las pifias, será siempre firme y directo, por lo menos por parte del Partido Liberación Nacional.
La autora es jefa de fracción del PLN.