En diciembre del 2013, el entonces candidato presidencial Luis Guillermo Solís difundió un hermoso video con varias promesas en el campo del bienestar animal, cuyo pleno cumplimiento seguimos esperando. Se hace necesario establecer prioridades.
Sería deseable comenzar al menos por la situación de perros y gatos, con un decreto ejecutivo que haga obligatoria la portación de placa con nombre y teléfono en collares y la dotación de un carné de mascotas (datos de salud y vacunación) y su inscripción en las municipalidades (previsto en la Ley 2391).
Procurar el bienestar de perros y gatos va más allá de proteger sus derechos; conlleva la educación de las personas para el respeto a todas las formas de vida.
Articular desde el Poder Ejecutivo una red de responsables técnicos del Ministerio de Salud, de Senasa y de los gobiernos locales, junto con una gran base de voluntarios para identificar animales en la calle y en riesgo, impulsar la educación y la adopción, mejorar las condiciones de criaderos y penalizar las prácticas mutiladoras de corte de rabo y orejas, serían un buen punto de arranque en una tarea que no debe esperar más.
La autora es odontóloga y salubrista pública.