Crear una vía rápida para estudiar, dictaminar y votar proyectos de ley relacionados con el empleo público y las pensiones con cargo al presupuesto nacional y las del Poder Judicial, constituye un primer gran paso en el tema impostergable del gasto público y sobre la dirección que debe seguir el país para sanear sus finanzas públicas.
La iniciativa, planteada por la Unidad hace más de dos semanas, busca que se estudien y determinen, en un plazo perentorio, 17 proyectos que yacen atrapados en el limbo de la indecisión.
De hecho, en la reciente reunión con el presidente, Luis Guillermo Solís, la fracción socialcristiana le solicitó al gobierno apoyar esta iniciativa para priorizar la contención del gasto publico, como una forma de dar muestras de que realmente se procura una solución integral al problema fiscal, en lugar de enfatizar solo en impuestos.
Solución integral. Las pensiones y el empleo público son dos de los principales responsables del exceso del gasto público, además del principal estímulo para hablar de impuestos como medida paliativa.
El problema es mucho más complejo que como lo plantean quienes solo desean subir impuestos e incluso reaccionan con destemplanza cuando se plantea esta realidad.
Dados los orígenes del problema fiscal que se enfrenta, es un hecho evidente que el esfuerzo nacional para solventarlo debe apuntar en tres vías.
La primera: pisar el freno en materia de gasto (lo que precisamente promoverá nuestra propuesta de vía rápida en una comisión especial con plazo fijo y rigurosos límites a medidas obstruccionistas).
La segunda: mejorar la recaudación. La tercera y más importante: procurar una urgente reactivación económica.
Poco obtendríamos si se gana una batalla, pero se pierden las otras. El esfuerzo requiere de una estrategia integral que responda a una visión de país. Craso error sería pensar esta oportunidad como una medida a corto plazo que sirva para tapar un hueco en la cobija.
El abordaje del problema debe integrar a todos los actores sociales sin importar color político o proveniencia, pues los intereses del país siempre deben estar por encima de los intereses particulares.
La propuesta que planteó la Unidad abre la posibilidad de poner sobre el tapete proyectos que no deben esperar un minuto más y que provienen del crisol legislativo, cobijados por la bandera de las distintas fracciones en un esfuerzo que implica cooperación y búsqueda de consenso. No en vano, nueve diputados de seis diferentes fracciones se integrarían al esfuerzo.
El plan propuesto por nuestro partido es concreto, realista y se ajusta a las posibilidades del país; es algo así como un plan de dieta para el gasto público.
Por Comité Ejecutivo y fracción parlamentaria del PUSC:
Pedro Muñoz, presidente
Rodolfo Piza, secretario general
Laura Castillo, tesorera
Johnny Leiva, jefe de fracción