El año pasado la economía estadounidense creció 1,6%. Para este 2017, el dato más reciente, al primer cuatrimestre, es de 1,2% (para ese mismo periodo, un año antes, la cifra fue 0,8%). La desaceleración se espera sea temporal, buscando luego consolidar su trayectoria. Si bien estos resultados son positivos y preliminares, no dejan de ser modestos.
Este crecimiento se explica por incrementos en la inversión fija tanto de empresas como de residencias, exportaciones y el gasto de consumo. Asimismo, en abril, el índice de producción industrial mostró una variación interanual de 2,2%. En contraposición, restaron impulso al crecimiento el menor gasto federal, estatal y local.
Por su parte, en abril, el índice de capacidad de utilización industrial aumentó respecto del último año en 1,4%. A fines del presente ejercicio, se espera una tasa de crecimiento económico en torno al 2%. El crecimiento se logrará reduciendo impuestos a la actividad económica y desregulándola. Esto se conoce como economía de la oferta ( supply side economics ).
Discurso presidencial. Donald Trump lo pronunció en Pensilvania, disparando elementos consistentes con la campaña, imprimiendo un sello personal a la acción económica de su mandato.
Dijo poner a los mineros del carbón a trabajar de nuevo y proteger el acero estadounidense y a los trabajadores del aluminio. Eliminó regulación que impide crear nuevos trabajos y aquellos que estaban fuera están retornando para beneficio de los residentes.
En aras de proteger la libertad económica y los trabajos, concretó el retiro del Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés). Revisará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte porque actualmente no ostenta mayores beneficios; es más, de no revertir esta situación por la vía de la renegociación también se retirará. Anunció la creación de 99.000 trabajos en la construcción, 49.000 en manufacturas y 27.000 en minería. Removerá impedimentos a la exploración y extracción de petróleo, esquisto y gas natural. En tono de instrucción afirmó: “Compre americano y contrate americano” ( buy american, hire american ).
Política monetaria. Iniciando mayo, la Reserva Federal (Fed) decidió mantener las tasas para los fondos federales entre 0,75% y 1%, pues la economía ha venido creciendo menos y el desempleo se ha reducido. Reporta un 4,7%.
Además, la inflación está en 1,9% inferior al objetivo a largo plazo del 2%. Se prevé que la tasa de desempleo baje un poco más. Si esto ocurre, más trabajadores tendrán ingresos para consumir bienes, y generarán una escasez relativa de estos, presionando así un incremento de precios. Esto es inflación.
Un escenario de la Fed es que una baja en el desempleo implique un aumento de la inflación. Desean evitar la experiencia de 1965, cuando el desempleo fue de 4% y la inflación de 1,5%, pero, hacia 1968 está última fue del 4,3%.
Aunado a lo precedente, la Fed debe medir sus movimientos y valorar al menos tres eventos que orbitan en la economía mundial. Esta viene caminando mejor a partir de la segunda parte del año pasado (manufacturas asiáticas y europeas están más ocupadas), los mercados financieros muestran alzas (mayor demanda de materias primas, menor riesgo deflacionario) y huele a medidas de estímulo fiscal (en el tanto la zona euro aliviane el endeudamiento público).
Propuesta fiscal. Se anunciaron medidas en términos crudos, pues le falta mucha cocción, sobre todo, en detalles. No será sencillo. Debe superar los filtros políticos para que finalmente se convierta en ley y rija.
Propone: reducir de siete a tres los tramos impositivos para la clasificación de los ingresos personales, implementar un sistema territorial para gravar las ganancias en el país en donde se generen, recortar los impuestos corporativos del 35% al 15% y derogar el impuesto a las sucesiones y el impuesto mínimo (beneficio directo para los acaudalados, incluido él mismo, of course …).
¿Cuánto costará esta propuesta a las finanzas públicas? A la fecha, no se sabe. El secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, apenas atinó responder el cómo, dejándose decir que tal costo se pagará a sí mismo con crecimiento económico ( ¿really? ). Se prometió por ahí de $1 billón para mejorar carreteras, puentes, puertos y aeropuertos.
Misceláneos. En los círculos cercanos a la silla presidencial están dos grupos echándose un pulso: Steve Bannon y Peter Navarro, identificados como los proteccionistas, nacionalistas; y Jared Kushner (yerno de Trump), junto con Mnuchin y Gary Cohn (principal asesor económico), como los globalistas. El secretario de Agricultura, Sonny Perdue, le mapeó al presidente la eventual pérdida de empleos en estados que votaron por él, en caso de retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
El cordón umbilical de tipo comercial entre la economía costarricense y la estadounidense pasa por el TLC con Estados Unidos. Entonces, eventualmente, ¿qué prioridad ocupará revisar este tratado? ¿Cuál será el alcance de los términos renegociados?
Por el momento las respuestas son desconocidas, pero habrá que estar atentos a sus intenciones sobre este particular. Las medidas de la Fed, en cambio, en lo que resta del año, tendrán efectos visibles en tasas de interés y tipo de cambio.
Así las cosas, para la producción nacional es bueno continuar la diversificación de mercados.
El autor es economista.