Del año 2000 al 2011 se esfumaron 313.806 personas. De acuerdo con las cifras preliminares del censo del 2011, publicadas en la sitio de Internet del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en Costa Rica vivimos 4.301.712 personas, pero, según ese mismo Instituto, en el cuadro 1 de proyecciones de población, debiéramos ser 4.615.518 los habitantes del país.
Con el valor proyectado de población, se han calculado desde hace diez años todos los indicadores del país, y con esos indicadores se han tomado decisiones, tanto en el ámbito público como en el privado, por lo que quizás muchas de ellas fueron erradas.
Un ejemplo: hoy los costarricenses somos un 7% más prósperos, y el producto per cápita es superior a $9.000, pero el índice de desempleo es mayor del publicado por el Banco Central. La cobertura real del servicio celular es del 93%: que tomen nota las nuevas empresas de telecomunicaciones. El ministro de Educación ha de revisar los indicadores de escolaridad pues son un 7% mejores; eso implica también prepararse para cerrar escuelas y abrir más colegios.
La inseguridad y los índices de homicidios son más alarmantes que los datos que manejan el señor ministro de Seguridad y la Presidenta. Si el dato de cuántos somos electores, o sea, mayores de 18 años, es correcto, como lo asegura el TSE, entonces escasean los niños, y los pobres también están en desbandada, como vamos a ver más adelante. También deben preocuparse los diputados pues viene un reordenamiento de cuántos corresponden a cada provincia.
¿En dónde fue que no acertó el INEC? En los distritos más pobres del país. Los casos más importantes son San Felipe de Alajuelita: ahí faltan 54.000 personas. De Patarrá y Los Guido de Desamparados se evaporaron 80.000 personas; de La Carpio, 20.000; y de Pavas, nada menos que 40.000; de Hatillo, 10.000; de Purral, 18.000; de Patalillo, en Coronado, 22.000; en Aguascalientes de Cartago, 20.000. Tampoco en los cantones de Pococí, Alajuela y Sarapiquí se cumplieron las proyecciones. Y no es que se fueran a vivir a otras partes de esta hermosa tierra, sino simplemente que, o no llegaron a nacer, o, si lo hicieron, se fueron del país.
Conviene que el INEC explique específicamente qué ocurrió en esos distritos y en general si el error estuvo en los datos de nacimientos, en los de inmigración, emigración, en el censo del año 2000, en el censo del 2011 o en todos. Tengamos en cuenta que un mal diagnóstico puede hacernos tomar las medicinas equivocadas.