En su columna “Entre líneas” en La Nación del domingo 28 de julio, don Armando González intenta desvirtuar la convocatoria ciudadana del PAC que le confirió el triunfo a Luis Guillermo Solís, recurriendo a un análisis incompleto y sesgado. Al respecto, véase el artículo “Sorpresa en el PAC”.
Dice el señor González que “el PAC convocó a una elección abierta y la falta de acción ciudadana la cerró”. Se equivoca diametralmente. Una cosa es que la mayor parte de los votantes sean ciertamente afines y cercanos al partido y sus estructuras, y algo muy diferente es afirmar que la convocatoria abierta no hubiese sido tal. Una convocatoria abierta permite que cualquier ciudadano participe en ella. ¿Tendría algún elemento el señor González para afirmar que se haya negado la participación a alguien? Lo invito cordialmente a demostrarlo. A su análisis le faltó tomar en cuenta la dimensión del tiempo transcurrido entre la decisión del tipo de convocatoria que se llevaría a cabo y la fecha en que ésta efectivamente se hizo.
Peor aún, el periodista de La Nación ve con ojos de sorpresa que doña Epsy Campbell no haya ganado y como un mago, se saca de la manga que “llevaba todas las de ganar”, dejando entrever que su derrota es atribuible a que ella no hacía parte de lo que él llama el “círculo íntimo” del PAC. Y la pregunta cae nuevamente como piedra: ¿qué significa el círculo íntimo, a juicio del periodista? ¿Con qué herramienta mide usted la intimidad política, don Armando? La señora Campbell ha tenido la valentía de discrepar y también la de poner su nombre y su trayectoria ante el escrutinio popular y el de su partido, como lo hicieron los otros candidatos. Si no salió triunfadora es porque la cosecha refleja el alcance de la siembra y no por cizaña o compadrazgos que complotaron contra ella, como lo deja entrever el señor González. Con orgullo debo decirle que ese baremo para juzgar al PAC es el menos apropiado y sólo es explicable en el marco de estructuras políticas anacrónicas basadas en el abuso del poder, la falta de transparencia y la burla a la ciudadanía.
Con menos de una década de militancia y cercanía al PAC, don Luis Guillermo Solís ha demostrado no sólo honorabilidad y rectitud, sino enorme capacidad de servicio y de acción política. ¿No es eso una manera de ejercer el liderazgo? Si el voto popular lo favoreció no es porque él haya cooptado ese voto, es porque sus ideas y su entereza poseen la capacidad de arrastre y de convocatoria, a pesar de que usted lo defina como un “político desconocido”. ¿De qué otra manera explica usted un voto que –aunque reñido- es definidor? Y, finalmente, ¿desconocido para quién?
Por suerte, don Armando reconoce que su análisis se basa en la “observación pura y simple del entorno” y no en un ejercicio serio que permita construir categorías analíticas de las que se pueda derivar aprendizaje, más y mejores ideas. Quedará mucho más sorprendido cuando vea los resultados del talante con que el PAC decide encarar esa empinada ruta hacia el 2014.