Gracias al auspicio de Menarini, estuve recientemente en Guatemala en el simposio “Estrategias para reducir la mortalidad cardiovascular en América Latina”. Regresé con una tifoidea y algunos conceptos que me gustaría compartir con ustedes (solo los conceptos).
La hipertensión arterial (HTA) se ha convertido en una pandemia de proporciones gigantescas. Las estadísticas de Costa Rica no difieren en mucho de las del resto del mundo: 1 millón de hipertensos de los cuales 300.000 ignoran la enfermedad y otros 300.000 están inapropiadamente medicados.
Las consecuencias son tan devastadoras que para el año 2025 se proyecta que un tercio de todas las muertes sean consecuencia de la HTA.
Las arterias. Clásicamente, se consideró a la piel como el órgano más grande del cuerpo humano, con 2,5 metros cuadrados de superficie. Este concepto ha cambiado en los últimos años y hoy se considera al endotelio (pared interna de las arterias) como el más grande, con el tamaño de una cancha de tenis.
Thomas Sydenham (1624-1689) dijo: “Un hombre es tan viejo como sus arterias”, y es, precisamente ahí donde se guarda el secreto de la juventud y de la vida. Es ahí donde los factores de riesgo cardiovascular generan el daño: hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia (alteración del metabolismo de los lípidos), tabaquismo, obesidad abdominal, vida sedentaria y, recientemente incorporada, la pobreza, que por efecto directo o indirecto tiene incidencia.
Aunque aún no se tiene cómo medir su impacto, la contaminación es considerada también un factor de riesgo dado que la absorción de sustancias perniciosas, inhaladas o deglutidas, tiene una consecuencia endotelial.
Ejercitarse. La oxidación es un complejo mecanismo bioquímico que libera peróxido, que por una reacción en cadena daña el endotelio produciendo aterosclerosis.
Los productos que se venden como antioxidantes nunca han demostrado ser eficaces para el endotelial. El verdadero antioxidante es el óxido nítrico (potente vasodilatador que se produce en el endotelio).
Las moléculas de óxido nítrico contienen arginina, aminoácido que se encuentra en alta concentración en la sangre. La ingestión adicional de arginina no ha demostrado beneficio en la producción final de óxido nítrico y, por ende, tampoco como factor antioxidante.
Así que si usted busca un antioxidante: practique ejercicio. Este le ayudará a producir y liberar óxido nítrico.
Lo más importante de la HTA es que se trata de una enfermedad controlable y con atención apropiada se podrían evitar muchas muertes prematuras (morir antes de la expectativa de vida del país).
La salud cardiovascular se define por: presión arterial menor a 130/80 mmHg, mantener el azúcar en la sangre en niveles menores a 100 mm/dl, lípidos normales, circunferencia abdominal en mujeres menor a 80 cm y en hombres menor a 94 cm, no fumar y practicar deporte.
Todo esto sin olvidar que “somos lo que comemos” y sería bueno aprovechar el impulso que tiene la humanidad por el consumo de alimentos orgánicos. Cuidarse siempre será la clave para morir jóvenes lo más tarde posible.
El autor es médico.