El Ministerio de Educación Pública celebró, del 15 al 19 de junio, la semana nacional de la orientación, bajo el tema “La familia como forjadora del proyecto de vida”.
Fue una gran oportunidad para reflexionar, porque los proyectos de vida se construyen en el contexto familiar.
La familia, cualquiera que sea la manera como esté constituida, influye directamente en la formación y protección de sus miembros, así como en la toma de decisiones. Su papel y apoyo son clave en todas las etapas del desarrollo de la persona, desde la infancia hasta la adultez mayor.
Conscientes de la importancia de este ente socializador primario, el Colegio de Profesionales en Orientación se unió a la celebración y, en momentos en que tantos aspectos afectan el núcleo famiiar, la violencia crece y los valores decaen, hizo (y sigue haciendo) un llamado para que la familia retome el papel protagónico que le corresponde.
La familia debe brindar las oportunidades necesarias para que, desde la niñez, sus miembros desarrollen sus destrezas, preferencias, valores, potencialidades. Esto se logra no solo con las posibilidades que la educación y el centro educativo ofrecen, sino que cobra especial importancia que la familia favorezca un desarrollo integral mediante la participación en actividades artísticas, culturales, deportivas, entre otras. No obstante, debe hacerlo consciente de la influencia que puede ejercer, porque en ocasiones los padres o madres inscriben a los niños en alguna clase determinada, según su criterio (violín, danza, escuelas de fútbol), pero cuando los hijos crecen y quieren ejercer estas vocaciones, los padres son los primeros en oponerse.
Acompañamiento. Con miras al futuro, el apoyo de la familia es trascendental, pues da oportunidades de desarrollo a los niños y adolescentes, abre un abanico de posibilidades y les prepara mejor para el planteamiento del proyecto de vida. Por el contrario, es común que los jóvenes que provienen de familias donde no se han propiciado estas oportunidades tengan menos claridad de sus preferencias y aptitudes para el futuro.
Otra etapa donde la familia, y principalmente padres, madres y encargados tienen una labor fundamental, es en el proceso de elección vocacional de los hijos.
A ellos se les debe acompañar, facilitar información y ayudar para que tomen una decisión informada y consciente. Pero la decisión de qué carrera estudiar debe resultar de un proceso de análisis personal de la persona adolescente.
Los padres no deben influenciar esa decisión y mucho menos tomarla por el estudiante; se debe evitar la presión, la manipulación, las ofensas o la humillación por las decisiones que ellos tomen. De igual manera, hay frases o comentarios que los padres de familia o encargados deben evitar: “Mejor no estudie lo mismo que estudié yo”, “si estudia eso se va a morir de hambre”, “solo los vagos estudian eso”, etc.
El apoyo de la familia es indispensable también durante la etapa de la adultez mayor, como ente que valora, apoya, acompaña, busca soluciones y oportunidades para aprovechar el talento, la experiencia y la ilusión de quienes viven esta etapa.
Está claro que la familia tiene un papel trascendental en la vida de cada persona y es también coautora y forjadora del proyecto de vida de cada uno de sus integrantes.
(*) El autor es presidente del Colegio de Profesionales en Orientación