En febrero del año 2005 don Jorge Rossi Chavarría recordó unas declaraciones de don José Figueres Ferrer, ofrecidas en Nicaragua a un grupo de estudiantes y profesionales del Incae. Luego de abordar temas de economía, política y desarrollo social, don Pepe fue interpelado por uno de los asistentes:
“Señor expresidente, ¿podría decirnos cuál es su ideología?”.
“¿Ideologías? –le respondió don José Figueres–. Para mí son los dogmas de los que no tienen ideas”.
Agregaría que las ideologías son los dogmas de los que no tienen ni ideas ni tampoco soluciones, justo cuando lo que exige el pueblo costarricense son ideas y soluciones concretas a sus problemas concretos.
Producir y distribuir con equidad. Al recordar el testimonio de don Jorge Rossi reafirmé una convicción que aprendí de joven y he cultivado a lo largo de cuarenta años de servicio a Costa Rica: para lograr el progreso económico y el bienestar de las grandes mayorías, debemos identificar soluciones a los problemas y ejecutarlas con calidad y eficiencia.
En el caso del liberacionismo costarricense, ese pragmatismo se fundamenta en el ideal de producir riqueza y distribuirla con equidad.
Este es el compromiso histórico del Partido Liberación Nacional.
Y ahora, ¿qué hacer? En estos momentos, al celebrar el sexagésimo primer aniversario de la fundación del Partido Liberación Nacional, nada mejor que confirmar los valores y principios fundacionales, para que a partir de ellos ejecutemos las soluciones a los problemas del país y a los desafíos del mundo.
Ha llegado la hora de erradicar la pobreza extrema, reducir aún más la pobreza, convertir la apertura comercial en beneficios tangibles para los pequeños y medianos emprendedores y empresarios. Este es el tiempo de un nuevo cambio social que propicie la construcción de una sociedad desarrollada, inclusiva y digna representante de los valores éticos del desarrollo.
Plataforma de bienestar. Invertir más, producir más, exportar más, generar más ingresos, tener más y mejores empleos, todo esto es bueno. Pero mal haríamos si nos conformamos, o peor aún, si regresamos al pasado. Por eso he propuesto la creación de una “plataforma de bienestar humano” sobre cuya base se profundice la agenda verde y abordemos con determinación las otras agendas de sostenibilidad.
Tenemos retos que asumir y superar: la integración equitativa de las mujeres, la superación de los más jóvenes, la protección proactiva de los adultos mayores, aumentar la inversión en ciencia y tecnología, modernizar al Estado para que sus servicios y bienes se ofrezcan con sentido de oportunidad y eficiencia.
En la dirección señalada me propongo establecer el ingreso económico básico, de subsistencia, para las familias costarricenses que lo necesiten. Reformar las políticas sociales para eliminar duplicidades y simplificar burocratismos. Propiciar un diálogo nacional sobre la necesidad de usar los fondos de la economía social –en especial los fondos de pensiones– en el desarrollo y modernización de nuestra infraestructura. Promover el respeto irrestricto a los salarios mínimos, erradicar la inequidad salarial asociada al género, estimular la justicia y racionalidad en el sistema de remuneraciones del sector público, equidad en los altos salarios de los funcionarios públicos. Igualmente, debemos declarar prioridad nacional la solución a los problemas que atraviesa la Caja Costarricense de Seguro Social.
En materia de reformas políticas y constitucionales estimo necesario tomar decisiones como las siguientes:
1. En el caso de la elección de diputados, la ciudadanía debe tener la alternativa de votar a los posibles legisladores de sus preferencias y no por listas partidarias.
2. En los procesos de discusión y votación de leyes es urgente establecer tiempos de duración razonables para que se facilite la toma de decisiones oportunas y eficientes.
3. Es necesario hacer más eficiente a la Contraloría General de la República y reafirmar su naturaleza de contralor de la Hacienda Pública y Tribunal de Cuentas.
4. Conviene introducir reformas para modernizar al Poder Judicial, dándole la iniciativa de la ley en materia de su competencia, enfocando a la Sala Constitucional en el conocimiento de las acciones de inconstitucionalidad, las consultas preceptivas en los proyectos de ley y las consultas facultativas presentadas por la mayoría de los integrantes de la Asamblea Legislativa.
5. Es también necesario organizar de manera más eficiente al Poder Ejecutivo, de modo que se extienda la responsabilidad política de los ministros y viceministros en sus áreas de competencia, y que el presidente de la República ejerza un liderazgo eficaz y democrático en toda la Administración Pública.
Costarricenses: dialoguemos sobre ideas y soluciones, sobre decisiones. Construyamos juntos un mejor presente para nuestros hijos e hijas y un futuro donde se realice el ideal de siempre de nuestra nacionalidad: la justicia social en libertad y en democracia. Miremos al futuro, innovemos sin descanso, hasta realizar los sueños más profundos y queridos de nuestro pueblo.