No todo lo ilegal es penalizado. No es legal el matrimonio homosexual, pero convivir como pareja con alguien del mismo sexo no se penaliza. No todo es ilegal en toda circunstancia. Las bebidas alcohólicas son de consumo legal para personas mayores de edad, pero ilegal para menores. Hay ilegalidades absolutas y penalizadas. Conducir a “velocidad temeraria” y producir pornografía infantil son, siempre, ilegales y penalizadas. Entonces, ¿cuándo se debe legalizar o penalizar una conducta o el consumo de un producto?
La Constitución Política garantiza la inviolabilidad de la vida humana y, de ahí, la Sala IV deriva el derecho a la salud. Para definir la legalidad y penalización de una conducta o consumo de un producto, tales parámetros de referencia obligan a preguntar: ¿beneficia o perjudica la salud?, ¿afecta de manera positiva o dañina la (calidad de la) vida humana y la salud?, ¿tiene iguales efectos en personas mayores y en menores de edad? Obviamente, la vida, la salud y el “interés superior” de los menores deben prevalecer. El negocio nunca puede ser más importante.
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