La empresaria Anna Moscarelli escribió un derecho de respuesta donde alega que LaNación publicó que ella tuvo relación con el grupo siciliano de la mafia conocido como CosaNostra. Según la empresaria, esa afirmación carece de asidero legal y obedece a “una perturbación anímica del reportero Ernesto Rivera”.
Por respeto a los lectores, es necesario aclarar que no se trató de un artículo basado en “perturbaciones anímicas”, sino en hechos documentados.
Lo que se afirmó en mayo del 2008, y se citó como antecedente en una nota publicada en mayo de este año, es que Moscarelli manejó fondos de personas asociadas a la “CosaNostra”.
Se indicó que Moscarelli figuró como testigo en el proceso judicial por “asociación mafiosa” desde Berna, Suiza, y que la Fiscalía costarricense coordinó su comparecencia en ese país europeo.
En mayo del 2008, la empresaria admitió a este diario que fue consejera fiduciaria de Filippo Salamone, empresario condenado en Italia por la repartición de grandes contratos públicos mediante el pago de sobornos a funcionarios y a familias mafiosas. En esa ocasión, Moscarelli admitió además haber sido también consejera fiduciaria del exdiputado y exconsejero de Obras Públicas demócrata cristiano de Italia, Salvatore Sciangula, acusado de corrupción antes de su muerte en 1995.
En mayo del 2008, Moscarelli dijo haber sido consejera fiduciaria de Salamone y Sciangula, y alegó que no los conoció como personas ligadas a la CosaNostra, sino como empresarios con los que mantuvo una relación profesional.
Eso es lo que dijimos; no se trata de invenciones anímicas, sino de hechos documentados.