Existe en el pensamiento humano una tendencia a simplificar la realidad y acomodarla a pocos elementos y relaciones, bajo el pretexto de que nuestro mensaje sea fácil de entender para el público general.
Esta forma de abordar la realidad nos lleva a omitir situaciones o escenarios con efectos surgidos a partir de variables y relaciones múltiples.
El periodista José David Guevara, en la presentación del libro de don Constantino Urcuyo Partidos y luchas políticas , da un buen ejemplo de este tipo de pensamiento al compararlo con la visión del cíclope Polifemo de la Odisea : con ella se puede dar un vistazo a los acontecimientos, pero sin estudiar, interpretar y relacionar.
Un ejemplo concreto es la polémica que se viene dando con respecto al aprovechamiento de la energía solar en Costa Rica.
A partir del vencimiento del plan piloto de energía solar del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y a los intentos fallidos de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) de establecer un marco regulatorio adecuado para la actividad de las energías alternativas, pero en especial para la solar, se opina en distintos foros sobre la energía solar como la panacea de la conformación de la matriz eléctrica del país y la mejor forma de llevar las tarifas a una baja considerable.
Si bien la alternativa tiene evidentes ventajas, puedo afirmar que somos irresponsables al sugerir que para cualquier consumo la alternativa solar puede tener ahorros considerables, y lo hago con conocimiento de causa por estar al frente de una iniciativa de paneles solares en una empresa agroindustrial.
Con excepción de lugares remotos, donde es más barato colocar un sistema de paneles que pensar en una extensión de línea eléctrica, los consumos para que exista una recuperación lógica de la inversión deben ser altos, posiblemente superiores a 500 kWh en viviendas y por encima de 1.000 kWh en el sector comercial o industrial. Estos son números que deben afinarse en cada caso en particular.
El interés último de la propuesta de generar electricidad a partir de la energía solar es impactar el monto por pagar por el consumidor. Pero debemos dejar de creer que los excesos de energía serán aceptados por la empresa distribuidora mediante el concepto de “neteo”.
La generación distribuida tiene poco aporte a la matriz energética; la dispersión y multiplicación de puntos de entrega complican la planificación de la oferta y obligan al ICE a mantener respaldo para las posibles salidas de los sistemas.
Respaldo energético. Solo imaginemos un temporal de tres días, con los paneles solares produciendo muy poca electricidad y el Centro Nacional de Control de Energía rebuscando de donde despachar el faltante en los períodos punta, que no siempre coinciden con la radiación solar.
Ocurriría lo mismo que si un concesionario de una línea de buses, que suele atender su demanda diaria de 50 pasajeros con un solo autobús, viera que su clientela se duplica durante un mes cada año, para lo cual necesitaría un vehículo más. Por supuesto que este empresario requiere dos autobuses.
En materia energética, a este concepto se le llama “respaldo”, y tiene un costo que al final pagamos todos los usuarios.
Lo que sí parece adecuado es buscar generación a partir de parques solares de una capacidad importante, ubicados en zonas caracterizadas por su alta luminosidad (Pacífico norte y central, algunas áreas del centro del país), que no tengan que pasar por largos procesos de adjudicación y concesión, y que se incorporen a la oferta del Sistema Interconectado Nacional.
Una entrega importante de estos parques permitiría mantener reservas en otras fuentes programables –básicamente la hidroeléctrica– para cubrir las horas pico o los meses secos.
Como punto adicional, existe una fuente renovable de energía a la que se le ha dado poca importancia, pese a ser abundante en este país tropical y de muy bajo costo: la biomasa agrícola (que no debe ser confundida con los desechos municipales).
Se requiere mayor investigación aplicada que marque el rumbo para su aprovechamiento y se convierta en parte importante del respaldo de la matriz energética del país, por tener la característica de programación que no poseen otras fuentes.
El autor es gerente de Investigación y Desarrollo en Coopetarrazú