Los fideicomisos de obra pública (Fidop) son mecanismos ágiles de contratación y financiamiento que han demostrado, tanto dentro como fuera del país, que pueden convertirse en el esquema más propicio para financiar y construir la infraestructura pública que se necesita con urgencia. Por medio de este modelo, las instituciones pueden alcanzar un nivel altamente eficiente de ejecución y administración de sus proyectos de obras de infraestructura, dado que se potencializa el uso de las bondades legales y operativas que ofrece la figura del fideicomiso para los procesos de contratación y ejecución de las obras.
Adicionalmente, el Fidop tiene la ventaja de estructurar un financiamiento acorde con las necesidades de cada proyecto; además, como alternativa de inversión, resulta muy atractiva para aquellos inversionistas que gustan del ahorro a largo plazo, como las operadoras de pensiones. Con esto se posibilita la canalización de una parte del ahorro nacional hacia el desarrollo de obras de infraestructura pública que ayuden a mejorar los servicios que se brindan a todos los costarricenses. Los recursos financieros están; solo nos falta voluntad para emprender las obras.
Proyectos. En el Banco de Costa Rica (BCR), hemos incursionado desde hace varios años, de forma responsable y propositiva, en la estructuración de proyectos bajo la figura del Fidop. Estos han demostrado sus beneficios a las instituciones que los han solicitado, entre los cuales podemos citar la oportunidad y eficiencia en su ejecución; la optimización del costo, tanto financiero como de la obra en sí misma; y una adecuada administración de los riesgos. Con ello hemos logrado desarrollar obras de importancia estratégica en el campo energético, como han sido la Planta Térmica Garabito y el Proyecto Hidroeléctrico Toro 3, para el Instituto Costarricense de Electricidad, así como varias soluciones inmobiliarias que ayudan a resolver necesidades de infraestructura física en varias instituciones del Estado. Todos estos proyectos se han gestado y se continúan desarrollando de manera exitosa.
Asamblea Legislativa. Con respecto al proyecto de los edificios de la Asamblea Legislativa, el cual se desarrolla bajo la figura del Fidop, es importante tener presente que el BCR ha aplicado la misma rigurosidad y transparencia que le han permitido el éxito en los otros proyectos. El concurso para el Anteproyecto de los Edificios de la Asamblea Legislativa, donde se eligió el diseño de los edificios que tendrá el Primer Poder de la República, fue realizado en apego absoluto a la normativa que rige la materia en todos sus ámbitos, incluida la especial consideración de que algunas de las actuales edificaciones fueron declaradas patrimonio nacional.
Contamos con una altísima e inestimable colaboración del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), quienes nos brindaron la asesoría y el consejo para llevar a cabo un concurso que tomara en cuenta todos los aspectos necesarios, incluyendo, por supuesto, los relacionados con la preservación y conservación de los edificios patrimoniales. A su vez, el jurado calificador, designado para evaluar todas las propuestas e integrado por muy respetables y calificados profesionales en arquitectura e ingeniería, valoró las propuestas e hizo su recomendación sin tener conocimiento de quiénes eran los oferentes, aspecto que permitió fortalecer aún más la transparencia en el proceso de selección del ganador.
Con el diseño de los nuevos edificios de la Asamblea Legislativa se buscó enmarcar y proteger los edificios patrimoniales, pero, además, liberar el espacio urbano, con el fin de que los ciudadanos de este país podamos acceder y visualizar estos edificios históricos con mayor amplitud y libertad. Las proporciones de los nuevos edificios se estudiaron durante el proceso de diseño para generar un perfil arquitectónico sutil que a su vez funcione de marco protector para todos los inmuebles de carácter patrimonial. Los nuevos edificios no representarán ninguna amenaza para los ya existentes ni para su entorno, pues este proyecto se ha desarrollado bajo un norte que incluye, además, la conservación, mantenimiento y restauración de los edificios patrimoniales del Primer Poder de la República.