Los niños no son adultos pequeños. Sin embargo, a pesar de lo anterior, hasta hace poco no se tenía el conocimiento sobre el comportamiento farmacológico de más del 90% de los medicamentos de uso habitual en la población pediátrica. Los niños presentan discrepancias farmacológicas con los adultos en cuanto a la dosificación de medicamento y, es más, dentro de la misma población pediátrica, el comportamiento farmacológico de un medicamento en un recién nacido puede ser distinto al comportamiento del mismo compuesto en niños de 12 meses de edad y distinto al de niños de 5 años de edad.
Estas variaciones fisiológicas son tan elementales que existe el riesgo de que al utilizar dosis inadecuadas los niños se intoxiquen o reciban una dosificación menor que la requerida.
Los científicos costarricenses que nos dedicamos a la investigación clínica en niños, ajustados siempre a la regulación nacional y mundial de respeto y protección a los participantes, hemos contribuido en gran medida, a hacer realidad estos logros.
Ejemplos de estos estudios son el manejo de la deshidratación en niños con diarrea, modificaciones en el manejo de los niños con meningitis, los estudios epidemiológicos en infecciones del oído medio, en las infecciones por el neumococo y el rotavirus y estudios con diversas vacunas que luego han sido aprobadas para su uso en Costa Rica y en el resto del mundo.
Obviamente, esto representa un gran reto para el país, pero la mejor prueba de que los estudios se han llevado con estricto apego a los principios éticos y científicos son las auditorías a que hemos sido sometidos por los Comités Ético Científicos locales, por la Federal Drug Administration (FDA) y por la European Medicines Agency (EMEA), los cuales han comprobado la validez y excelente ejecución de estos ensayos, con la aprobación de muchos de estos medicamentos biológicos para su uso a nivel mundial, luego de las inspecciones a centros costarricenses.
Nadie en sus cabales podría dudar de la necesidad que tienen los niños de medicamentos efectivos y seguros que prevengan, curen o alivien sus enfermedades. No en vano, desde el año 1997, las diversas agencias de medicamentos a nivel mundial como la FDA en Estados Unidos o la EMA en Europa han incentivado, y hasta cierto punto obligado, a que las compañías farmacéuticas presenten datos del comportamiento farmacológico en niños cuando gestionan se les apruebe un medicamento o que se renueve un permiso.
Mientras en el resto del mundo la investigación científica avanza para bien de los pacientes, en Costa Rica estamos a la espera de la aprobación de la Ley 17.777 que reactive la investigación en el país.