¿Los emprendedores nacen o se hacen? Tener padres emprendedores aumenta la probabilidad de que los hijos acaben siendo emprendedores en un factor de 1,3 a 3,0.
El estudio identifica separadamente los efectos de los factores anteriores al nacimiento (naturales) y los posteriores al nacimiento (relacionados con la crianza). Se utilizó un único conjunto de datos de hijos adoptados en Suecia. Incluye datos sobre la situación laboral de los adoptados y sus padres adoptivos, así como de sus padres biológicos. El efecto relacionado con la crianza tiene un impacto sobre el emprendedurismo aproximadamente del doble que el factor anterior al nacimiento. La contribución de la crianza es mucho mayor que la de la naturaleza (transferencia genética). La suma de ambos efectos para niños adoptados es casi idéntica a la transmisión intergeneracional del emprendedurismo en hijos biológicos. Existe una sugerente evidencia a favor del “role modeling”.
Por otra parte, se utilizaron datos comparables sobre la iniciativa empresarial para una muestra grande y representativa de la población sueca. Sobre la base de la última muestra, y en consonancia con los resultados anteriores, muestran que la iniciativa empresarial de los padres aumenta la probabilidad de iniciativa empresarial de los niños en un 60%. Además, señala que, para los niños adoptados, sus padres biológicos y adoptivos hacen contribuciones significativas.
La transmisión del emprendedurismo es mayor entre el mismo sexo. Entre madres e hijas es significativamente más fuerte que entre padres e hijas. Asimismo, entre padres e hijos es mayor que con sus hijas. El impacto del “role modeling” es aún más profundo cuando los padres comprenden que ejercen un papel clave en la transmisión de este talante emprendedor.
Definitivamente, los padres moldean valores en los hijos como puede ser el gusto por la autonomía responsable.
En el acompañamiento diario pueden ayudarles a acometer tareas que eventualmente podrán ser empresas, con un ánimo grande, con un ánimo optimista. Pueden y deben enseñar los padres la importancia del compromiso con un ideal, con el bien común. Pueden enseñarles a generar riqueza, más allá de la material.
Enseñarles a dejar un legado no solamente patrimonial, sino cultural y humano, a las próximas generaciones.