Quisiera suplicar, con respeto, a don Mario Madrigal ( “La Iglesia, el progreso y la vida” , 1/03/2011), que cada vez que quiera referirse a la Iglesia Católica tenga en cuenta estos aforismos que podrían redundar en beneficio de sus reflexiones.
1. “Contra facta non valent argumenta”. Hay en la Iglesia Católica tanta gente de humanidad tan preciosa, que sería ingrato no reconocer ese bien. Es más, usted, don Mario, conoce gente de esa y sabe muy bien a quién me refiero.
2. “Qui bene distinguit bene philosophatur”. Las generalizaciones tienen el peligro evidente de resultar injustas. Además, en ciencia, estadística y lógica, no es válido tomar la parte por el todo.
3. “ Si vis me flere dolendum est primum ipsi tibi ”. Solo desde una experiencia de autenticidad humana muy excepcional, se puede ser buen crítico. Los que peinamos canas sin duda hemos pasado por el tamiz de la debilidad, de los errores y sabemos que no podemos alardear de que “de esa agua no beberé”...
4. “ Tant s'en faut que cela fasse contre, que cela fasse pour ”. (Pascal, Pensées, Art. XII n. 37). Para los que hemos descubierto en la Iglesia Católica el encanto de la persona de Jesucristo, todos los ataques que merecida o inmerecidamente lleguen a ella, se convierten más bien en motivación para amarla como a una madre, sea cual sea su talla y su figura.
5. “ Wer sucht die Wahrheit er sucht Gott, ob es ihm klar ist oder nicht ”. (Edith Stein o Santa Teresa Benedicta de la Cruz). Recuerdo que Wittgenstein en alguna carta mostró su necesidad de la trascendencia... La búsqueda de la verdad ha hecho que muchos intelectuales se hagan la pregunta de Dios, porque sin el fundamento sólido de la divinidad la trascendencia del ser humano se vuelve intrascendente y el hombre hasta “pasión inútil”, como decía Sartre.
De repente ¡oh maravilla! podemos encontrarnos con Dios... Y no solo el de los filósofos, sino el de la fe de Abraham, Isaac y Jacob, y el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que viven hoy y siempre miles de cristianos, con una alegría sin par.
6. “ No te vale tirar coces contra la aguijada ” (parece proverbio de Eurípides citado en Act 26, 14). Debe ser duro, para alguno(s), notar que no termina de desaparecer del mapa una institución que solo le ha aportado al mundo oscurantismo, fanatismo e incapacidad de “ponerse al día”... Paradójicamente muchos, sin negar errores, pecados pasados y actuales, hemos hallado en la Iglesia Católica niños y niñas encantados de participar en la catequesis; adolescentes que han invitado la moral cristiana a sus noviazgos y son felices; jóvenes de gran valía que evangelizan a sus coetáneos; adultos que participan de la vida e inquietudes de la Iglesia con toda el alma y son felices haciéndolo; ancianos que le hallan sentido a su historia de la mano de la fe de la Iglesia Católica; religiosas que han amado y servido hasta la heroicidad, y hasta sacerdotes (parece que deberíamos ser una especie en extinción...) a quienes el ministerio nos ha dado ganas de vivir y de servir con complacencia.
7. “ Dictum sapienti sat es t”. Espero haber sido breve y no dar la impresión de que deseo polémica.