En la entrevista que se le hizo a José Díaz, del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo), en Diálogos de La Nación sobre una encuesta publicada en noviembre, el funcionario de la Universidad Nacional omitió datos y emitió criterios personales no permitidos a una entidad que representa neutralidad.
Díaz manifestó que existe un empate técnico de las preferencias de los costarricenses entre prohibirse y no prohibirse los toros a la tica, pero no es así. La cifra de mantener los toros a la tica es del 50,13%, muy por encima del número de totalmente de acuerdo de prohibirse, del 28,88, y una duda de prohibirse, del 17,5%.
La técnica de preguntas es muy endeble y lleva a error. Primero la pregunta que encabeza siempre debe ser una pregunta de asentamiento y no debe ser la pregunta base; en segundo lugar, una pregunta para que usted conteste si me gustan las corridas de toros a la tica debe pasar por dos filtros de doble negación. 1) Debe prohibirse la realización de los “toros a la tica” y 2) luego debe contestar muy en desacuerdo. Qué pasaría si encuestamos con la pregunta: ¿Deben permitirse las corridas de toros a la tica como parte de nuestra tradición? Un sondeo muestra que el 87% contesta sí, frente a un débil 13% que responde no.
Un aspecto que omitió decir el funcionario es el resultado en la pregunta control, que dice que los encuestados ven posible continuar con las corridas de toros, luego de la aprobación de la Ley de Bienestar Animal, con un resultado categórico del 59,18%.
La encuesta está sesgada a favor del sector citadino y claramente a gente joven, solo se usaron 800 muestras a teléfonos locales o residenciales. En este caso, la gente de las zonas rurales y que tienen móvil no fueron encuestadas y esto representa nada menos que el 40% de la población.
La forma de confección de las preguntas deben hacerse siempre todas con uniformidad y que no se presten a distracción o malintencionada parcialidad, la pregunta concerniente a los toros a la tica debe formularse igual que todas, “debe permitirse…”, y no cambiada deliberadamente a “debe prohibirse…”, ya que induce a un sesgo negativo.
Y lo más endeble de todo es que un funcionario emita criterios personales como si fueran certezas de la encuesta. Las corridas no son negocios lucrativos personales; el dinero recaudado redunda en beneficios para las comunidades del país. Por ejemplo, las corridas de Zapote benefician al Auspicio de Huérfanos.
Los toros no son sometidos a maltrato para hacerlos más agresivos y tampoco están en condiciones no adecuadas, esto es totalmente alejado de la verdad. Los toros para las corridas o para las montas son escogidos por su aptitud natural, no se hacen. El toro embiste porque ese es su temperamento. Los toros o los caballos son muy bien cuidados en las fincas y reciben trato especial, sobre todo los usados para tradiciones. A estos se les chinea.
Los ticos sí quieren sus topes y sus toros a la tica, aunque le pongan encuestas endebles para procurar análisis contrarios a la voluntad del pueblo, traicionando el legado cultural del país.
Fetec ha implementado una serie de medidas para la seguridad de los que participan, desde el despuente de los cachos, el uso de chalecos y los protectores en partes vulnerables a sufrir lesiones. Mejoramos las condiciones de los animales desde el transporte hasta su estancia en el redondel; además, somos impulsores de la aprobación de la Ley 18.298 sobre Bienestar Animal.
Federico A. Lancheros
Director ejecutivo de la Federación Taurina y Equina (Fetec)