La discusión sobre el transporte público en autobús ha alimentado a la opinión pública con algunas posiciones, pero no todas son correctas. Por ello, es importante conocer el punto de vista de la Asociación Cámara Nacional de Autobuseros (Canabús).
Cobro electrónico. Algunos pensadores y analistas nacionales insisten en que a través del uso de esta tecnología se conocerán los datos reales de la demanda del servicio. Este argumento es falso.
En nuestro país, y con el desarrollo de los conceptos de la libertad de escogencia, nadie puede obligar a los usuarios del sistema a pagar estrictamente con una tarjeta, sea bancaria o prepago, o con otra forma diferente al pago en colones, moneda nacional que debe respetarse.
El Consejo de Transporte Público y la Aresep tienen las herramientas necesarias y suficientes para determinar la demanda real movilizada por las empresas. El que estas instituciones no hayan cumplido con su deber, no les da derecho a generalizar en una conducta irregular a todos los concesionarios.
Estas generalizaciones resultan peligrosas y odiosas contra un gremio que presta un servicio doblemente regulado por el Estado y que ha sido calificado como un servicio de alta calidad en América Latina.
Extraña a Canabús que la Aresep no haya considerado en sus deliberaciones regulatorias las posibles políticas para promover con descuentos el uso de esta tecnología, y tal y como está la ley de Aresep, estas promociones posibles están prohibidas.
Desde el 2013, esta Cámara inició talleres, y en el primero de ellos se invitó al intendente de Transportes de la Aresep y a las autoridades del CTP.
La Asamblea General de Asociados tomó un acuerdo en firme este año en que se pide autorización al Poder Ejecutivo para implementar el sistema de cobro electrónico, y todavía no tenemos respuesta del ente rector; menos aún de la Aresep. En definitiva, el sistema que se escoja debe ser transparente, y nunca debe permitirse que las comisiones carguen abusivamente las tarifas que pagan los usuarios.
Calidad del servicio. Es cierto que urge poner en funcionamiento las políticas de sectorización, pero estas conllevan a la reconversión de la planificación urbana y a la democratización del uso del suelo, otorgando prioridad a los autobuses.
No debemos pensar que sin reconvertir el uso del suelo urbano para darle la mayor parte del espacio vial a la mayoría de las personas que se desplazan, vamos a lograr cambios en la calidad de vida de los habitantes. La ciudad fue entregada y construida para los automóviles y eso es lo que debe revertirse.
En cuanto a la transparencia de las actuaciones en las decisiones formales sobre la actividad, extraña a Canabús que algunos pensadores y formadores de opinión escriban o digan que falta transparencia en las decisiones que afectan la calidad del servicio.
Esta Cámara ha insistido desde hace tiempo en la necesidad imperiosa de transmitir en línea las sesiones de las juntas directivas del Consejo de Transporte Público y de la Aresep.
Si esto fuera así, representantes privados o de la administración pública estarían siendo escuchados por todos los ciudadanos interesados en estas decisiones.
¿Por qué esta administración no ha ordenado este cambio? En la época de la tecnología, del Gobierno Digital y de la transparencia, Canabús insiste en que se ordene de inmediato ejecutar este cambio como un derecho absoluto del Soberano.
El autor es presidente de Canabús.