Barras libres, fiestas rave, fiestas temáticas, sea cual sea el nombre que se le ponga, todas estas versiones de “fiestas nocturnas” tienen algo en común: música, consumo de alcohol, drogas y excesos.
Conscientes de esta realidad, en los últimos meses operativos institucionales han intervenido estas “fiestas” para minimizar sus aspectos negativos tanto en la inclusión de menores de edad, tráfico, venta y consumo de sustancias lícitas e ilícitas, así como la exposición de los jóvenes a accidentes de tránsito, abusos sexuales, embarazos no deseados, transmisión de enfermedades, etc.
¡Aunque disfrazadas de “fiestas”, estas reuniones deben cesar ya!
La ganancia de unos pocos está repercutiendo en el bienestar y desarrollo de los jóvenes. Por ello, el IAFA (Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia) hace un llamado a los padres de familia para que velen por las actividades en las que participan sus hijos. Que indaguen, se involucren, conozcan sus amigos y los lugares que visitan.
El IAFA, como ente rector y ejecutor en el ámbito de la drogas en Costa Rica, hace un llamado a la población, y sobre todo a los padres de familia, para que se concienticen en su papel de guías, se involucren en las actividades que realizan los jóvenes y desarrollen en ellos habilidades y acciones preventivas tanto en sus hogares, como en la comunidad.
Debemos tomar medidas diferentes si deseamos resultados diferentes, aceptar el problema y hacer algo al respecto es el primer paso, la educación, la comunicación asertiva y el involucramiento de los padres puede hacer una gran diferencia.
El consumo de drogas está rodeado de mitos y es un tema tabú en muchos de nuestros hogares. Situación irónica, sabiendo que estadísticamente por cada familia costarricense existe por lo menos una persona con algún tipo de problema relacionado con el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas (drogas).
Somos parte del problema. No podemos creer que el problema son solo las personas que están en la calle, durmiendo bajo los puentes, comiendo en basureros, prostituyéndose o cometiendo algún delito; ellos padecen una enfermedad adictiva que carcome la sociedad y la Costa Rica en la que viven nuestros jóvenes.
El consumo de drogas es complejo, profundo y contempla múltiples aspectos tanto a nivel físico como mental, emocional y socioambiental. La complejidad de este problema, la falta de información y comunicación al respecto, son importantes razones por las cuales este fenómeno crece imparablemente.
Es importante que los padres sepan que pueden contar con la guía y el apoyo de instituciones, como la Fuerza Pública, el OIJ, PANI, ICD, IAFA, las cuales tratan de resolver este problema desde sus diferentes especialidades. Sin embargo, no hay que depositar en ellas la responsabilidad de educar, cuidar y velar por el bienestar de los hijos.
Los límites y la comunicación deben ser darse desde el hogar.
Ninguna institución podrá sustituir jamás la comunicación entre los padres y sus hijos, ni puede poner límites o hacer cumplir normas.
Este papel es exclusivo de los padres; como tales, deben mostrar interés por lo que dicen y hacen sus hijos, aprovechar los momentos en que ellos están dispuestos a conversar, conocer a sus amigos y a todas las personas con que se relacionan.
Los hijos no buscan amigos en su casa, buscan un papá y una mamá que los guíe y escuche.
IAFA ofrece su ayuda. El IAFA les invita a formar parte de la solución, educándose en el tema, conociendo qué se puede hacer, a cuáles síntomas se debe estar alertas y cuáles son las formas más adecuadas para prevenir y ayudar a nuestra juventud a salirse de este problema.
Además, la institución ofrece diferentes fuentes de ayuda, como lo son la línea telefónica de orientación (800-42-32-00), el sitio web www.iafa.go.cr , material informativo, grupos de apoyo, profesionales calificados y expertos para atender y guiarle para que prevenga o trate el problema directamente.