¿Están Costa Rica y el Gobierno dispuestos a entrar en un programa de austeridad? ¿Podemos acaso mantener el actual déficit fiscal por otro año más? ¿Quién quiere pagar más impuestos, perder subsidios y reducir los beneficios? ¿Lograremos crecer sosteniblemente a base de seguir endeudándonos para pagar gastos ordinarios? ¿ Qué estamos heredando a nuestras futuras generaciones? ¿Es correcto creer que un gasto público creciente y una política monetaria expansiva garantizan mayor empleo y desarrollo? ¿Cómo se va generar mayor inversión? ¿Será la salida un programa severo de austeridad?
La experiencia en Europa ha demostrado que cualquier programa de austeridad debe hacerse con disciplina, solidaridad y gradualidad. De hecho, toda reducción de gastos debe conllevar cambios estructurales y crear expectativas de mayor estabilidad para un crecimiento sostenible. Es muy peligroso sostener la bandera de la austeridad sin medir las consecuencias sociales.
Después de la crisis del 2008, la única salida que tenía Costa Rica, era acelerar el gasto y la inversión pública, para detener la caída de la producción, la reducción de ingresos y el desempleo. No obstante, desde hace más de 3 años Costa Rica debe haber implementado un programa de austeridad gradual y buscar nuevos ingresos para evitar ajustes severos.
Opciones. Costa Rica no puede seguir endéudandose para mantener un gasto público creciente. El Gobierno tiene un gasto inflexible, que crece automáticamente todos los años. Con salarios promedio 2,2 veces superiores a los del sector privado. Hoy en Costa Rica tenemos más de 300 instituciones en el sector público, que deben ser ordenadas, evaluadas y priorizadas. Hoy sostenemos un sector público con una cantidad de privilegios que no corresponden a nuestras realidades económicas y sociales.
Es un sector público que mantiene enormes diferencias salariales, que no tiene flexibilidad de cambio ni capacidad de reinventarse ante los nuevos cambios que nos exige la globalización y la competitividad.
Resulta vital establecer mayores impuestos y cobrar eficientemente los actuales, al tiempo que ordenemos la casa. Aquí el tema central está en racionalizar el gasto público y establecer parámetros de eficiencia. Hay que fortalecer legalmente la rectoría del Gobierno, en materia de salarios del sector público y establecer objetivos claros de medición. Con respecto al INS, el ICE y los bancos del Estado, es necesario contar con salarios competitivos, ya que deben enfrentarse a sus rivales comerciales en el mercado. Respecto a los privilegios otorgados en el sector público, lo importante es no continuar con los mismos beneficios para futuras contrataciones. En cuanto a las convenciones colectivas que tienen plazo, se deben negociar de acuerdo con las realidades económicas actuales y su productividad, sin modificar los derechos adquiridos.
El endeudamiento. ¿Cómo establecer límites al endeudamiento? Hoy en los países de la eurozona, entre ellos Italia, Francia, España, Portugal, Grecia, Chipre e Irlanda, están viviendo una grave crisis por no haber establecido límites en el gasto público y endeudarse fuera de sus posibilidades. Lo que olvidaron estos países es que toda deuda debe pagarse tarde o temprano y que cualquier programa de reducción severa en los gastos va a golpear su crecimiento económico y el empleo a corto plazo.
Costa Rica ha aumentado la deuda pública en los últimos 5 años en un 45%. Nuestro endeudamiento va superarar el 53% del PIB en el 2013 y seguirá creciendo si no se busca un equilibrio fiscal. De hecho, a corto plazo, si no tomamos medidas, vamos a vivir lo mismo que sucede en la eurozona. Es decir, más desempleo, cero crecimiento y la implantación de un programa forzado de austeridad para ordenarse. Si no racionalizamos las finanzas públicas a corto plazo, afectaremos nuestra seguridad, salud, educación y el empleo.
El déficit fiscal de Costa Rica se proyecta en un 5% del PIB para el 2012 y de 5,4% del PIB para el 2014 . Este déficit fiscal recurrente está presionando los precios, las tasas de intereses y la disponibilidad de crédito para el sector productivo.
Por otra parte, las altas tasas de intereses están atrayendo capital especulativo, que presiona a la baja el tipo de cambio y causa un exceso de liquidez que debe ser esterilizado por el Banco Central. Con base en esta realidad, debemos buscar acuerdos políticos para enderezar la economía, creando conciencia sobre los costos de continuar endeudándonos.