EscucharLas elecciones municipales del 7 de febrero marcarán un hito en Costa Rica. Por primera vez, se efectuarán aparte de las presidenciales.
Algo que las ha caracterizado es la apatía de los ciudadanos para ir a votar, generando así un alto abstencionismo en todo el país, el cual ronda alrededor del 70% y, para febrero próximo, los pronósticos no son muy halagüeños tampoco.
¿Qué provoca tal apatía en el elector? ¿Será porque considera de poco valor la labor que llevan a cabo los ayuntamientos? Al parecer, la mayoría piensa que la recolección de los desechos es más que suficiente, además de la reparación de alguno que otro bache en las calles y una limpieza regular. Otros creen que los municipios no son necesarios más que para cumplir con estas tareas básicas; sin embargo, están muy equivocados, los gobiernos locales son de vital importancia para el desarrollo del país.
El hecho que las elecciones municipales no le interesen a una gran mayoría de costarricenses favorece que alcaldes, regidores o síndicos corruptos e ineptos lleguen a servirse y no a servir, y se presten para hacer negocios turbios en provecho propio con dineros públicos como si fueran de ellos. Posiblemente son los menos; sin embargo, no dejan de ser dañinos e indeseables.
La ineficiencia de algunos alcaldes y regidores ha creado en algunos cantones una problemática social; en otros, la corrupción y la desidia de estos, la han promovido. En los 81cantones del país han sido detectados problemas sociales graves tales como drogadicción, delincuencia, narcotráfico, violencia, desempleo, etc.
El ejemplo de San José. Ni siquiera el cantón más importante del país, por ser la capital, y el de mayor presupuesto, el cantón central de San José, escapa a esta realidad. Según datos recopilados por la misma Municipalidad de San José, la tasa de mortalidad por homicidios es de 26,6 por cada 100.000 habitantes, cuando la tasa nacional es de 14,1.
Lo anterior nos demuestra la poca o nula acción de parte del ayuntamiento para contrarrestar, o al menos tratar de disminuir, este problema social.
De igual forma, el índice de desarrollo humano en el cantón central de San José se deterioró. Pasó del lugar 17 en el 2005 al 52 en la actualidad, lo cual comprueba, una vez más, la ineficiencia y desidia de las autoridades municipales de los últimos años. ¿Acaso no se dan situaciones similares en muchos otros cantones?
En años recientes, las autoridades de la Municipalidad de San José buscaron repoblar el centro de la ciudad, con miras a que, según su decir, no fuera una ciudad desolada en las noches y, tal vez de esta forma, bajar la tasa de delincuencia; no obstante, fracasaron una vez más.
Lo único que lograron fue que en los alrededores de sectores como La Sabana, Rohrmoser y Paseo Colón se construyeran torres de departamentos para clases privilegiadas, con un alto poder adquisitivo, y dejaron en completo abandono a los otros distritos, en donde la población no tiene capacidad económica para tener casa propia, donde muchos viven en precarios, permitidos y tolerados por el municipio.
Los viejos barrios centrales se deterioran cada día más y estos son tomados por la delincuencia, razón por la que el centro de la ciudad perdió interés para los desarrolladores habitacionales.
Otro gran problema no resuelto aún es el de las ventas ambulantes. Más de veinte años lleva esta situación y la Municipalidad de San José nunca pudo darle una solución definitiva. Ni qué decir del problema de la basura en las calles de la capital, que tampoco ha sido resuelto por falta de visión y de políticas claras de las autoridades de dicho ayuntamiento. ¿Cómo evitar que continúen estos y otros problemas sociales en todo el país? La solución es ir a votar.
Guillermo Ramírez Garay es consultor.
