En vista de que solamente hay trece candidatos a la presidencia de la República propongo mi nombre y, de una vez, les expongo, no un plan de gobierno que nadie lee, sino promesas de campaña, que son las que gustan.
La primera: renuncio a mi sueldo, y si es ilegal renunciar, lo daré a una institución de beneficencia. Segunda: si alguien de mi gobierno mete las manos donde no debe, irá a la “chirola”; o sea, construiré una cárcel con todas las comodidades posibles, como dormitorios con camas queen , salas de masajes y, tal vez, si el presupuesto alcanza, un jacuzzi .
La infraestructura del país crecerá hasta límites insospechados. Ya tenemos los diseños para los pasos superiores en La Valencia, La Galera, La Guacamaya, La Uruca y las dos esquinas del este de La Sabana. Se ampliarían las carreteras hacia Heredia, tanto por la ruta Tibás-Santo Domingo como por la Valencia, y terminaré la circunvalación por el sector norte.
Tenemos el proyecto para conectar Tres Ríos con Pavas, y Tibás con Desamparados, por medio de dos líneas principales de tren subterráneo ( Metro ), con una estación principal en el parque Central, de donde saldrán ramales hacía los Hatillos y La Uruca. Nada de embotellamientos.
Como somos amantes de la conservación de la naturaleza, todos nuestros servicios de trenes funcionarán con energía eléctrica. Rehabilitaremos, desde el primer día, los trenes con destino a Limón y Puntarenas; esto nos dará una gran economía en el transporte y en la conservación de nuestras carreteras.
Construiremos un megapuerto en Limón y, desde luego, ampliaremos la ruta 32 para que tenga una conexión rápida con la capital. A la ruta 27 le agregaremos dos carriles y se ampliarán los puentes; desde luego, eliminaremos los taludes, para transitar sin miedo.
En un país con este tipo de infraestructura vamos a traer el doble de turistas; así que vayan, empresarios hoteleros, construyendo más habitaciones. Van a llegar tantos extranjeros que vamos a tener que ampliar los aeropuertos. Esto no lo habíamos proyectado pero, debido al gran tráfico aéreo, vamos a tener que hacer este sacrificio.
Más promesas. Pagaremos la deuda de la CCSS. Fortaleceremos la seguridad social creando las becas necesarias para formar especialistas en todas las ramas de la medicina. Ampliaremos los hospitales y construiremos más clínicas. He escogido al próximo gerente de la CCSS para que llegue a poner orden y ¡ay del patrono moroso y del que reporte menos salarios!
Vamos a producir todos los alimentos que se necesitan para la dieta diaria. Todos los bancos van a financiar la producción de frijoles y arroz. El gallo pinto será tico. (Iba a prometer subir los precios internacionales del café pero me di cuenta que eso no depende de mí).
Llevaremos las industrias a todos los pueblos alejados de la capital. Se construirán zonas francas a lo largo y ancho de nuestro territorio. La electricidad y el agua bajarán, no de calidad, sino de precio. Internet será la mejor red de América y todo el mundo tendrá un teléfono móvil inteligente a precio accesible.
Me he reunido con los posibles 57 diputados que llegarán a la Asamblea Legislativa, me han prometido que estarán al servicio del país y no de sus partidos, que no saldrán a pasear al exterior, que usarán el vehículo que tienen actualmente y que pagarán la gasolina como hacemos todos los trabajadores. Tengo fe ante todo.
En los deportes prometo cuatro acciones importantes. Sin duda, ganaremos los próximos juegos centroamericanos y clasificaremos a la segunda ronda del mundial de Brasil. Pasaré una ley para que nuestro campeonato de fútbol imite el sistema de juego de Guardiola y no el de Mouriño; la línea de cinco será abolida. Y, por último, ordenaremos, por ley de la República, que en los partidos entre Heredia y Alajuela haya, por lo menos, un gol.
Por la seguridad ciudadana no se preocupen: nadie tendrá necesidad ni de tomar lo ajeno ni de hacerle mal al vecino; como eliminaré las presas, el estrés bajará notablemente y, después de catalogarnos como el país más feliz del mundo, debo decirles que en mi gobierno Costa Rica llegará a ser superfeliz, ¡lo máximo!
Entonces, ¿cómo no van a votar por mí?