Llegaron las lluvias. Oportunamente, LaNación informó de que “ Acosta y Aserrí reciben invierno con una red vial destrozada ” (El País, 21/4/2011). Sin embargo, poco o nada han hecho las autoridades nacionales por atender los problemas de infraestructura en ambos cantones. Así, es imposible hablar de desarrollo.
Si de algo estamos claros en Acosta, es que para los gobernantes de turno nuestro cantón importa en campaña electoral, y nada más. Una y otra vez, hemos sido relegados, olvidados. Sin inversión es imposible propiciar las condiciones socioeconómicas que nos permitan avanzar y superar las estadísticas que, históricamente, nos han ubicado dentro de las comunidades con menor desarrollo.
Con las emergencias recientes (tormenta Tomas , 2010), nos convertimos nuevamente en motivo de “preocupación” para despachos en la Asamblea Legislativa, ministerios e instituciones autónomas; sin embargo, los recursos no llegan.
Hoy, le corresponde a doña Laura Chichilla conducir el país, razón por la cual es a ella a quien nos remitimos ahora. En octubre pasado, durante la celebración de nuestro centenario, la presidenta manifestó en el templo parroquial: “Ustedes, acosteños, representan la verdadera alma nacional de que tanto nos enorgullecemos los costarricenses”. Nuestra alma, señora presidenta, está dolida, angustiada y decepcionada. Nuestras carreteras, despedazadas.
“Pedí desde el comienzo de mi gobierno que Acosta fuera incluido entre los cantones prioritarios del país”, nos dijo enfáticamente la mandataria. Caso omiso hicieron de sus palabras su gabinete y personal de confianza.
¿Cuántos acuerdos municipales? ¿Cuántas cartas hemos enviado? Nuestras instituciones son oficinas de correo. Cartas van para un lado y para el otro, pero no se concretan acciones positivas y efectivas. Las respuestas más comunes son aquellas que tiene el sello: “Traslado de correspondencia”. Cuando finalmente se toma una decisión, no es más que un paliativo. Exalcaldes y nuestro actual alcalde pueden dar fe de lo anterior.
Doña Laura: las y los acosteños no solo nos congraciamos ese día con usted, sino que le tomamos la palabra, por eso requerimos su diligencia en temas urgentes para nuestra comunidad y el resto del país. Ejemplos concretos son la reconstrucción de la ruta 209 San José-Acosta (incluye Palmichal) y la construcción de la ruta 301 (Acosta-Parrita), o al menos el tramo San Luis-Cangrejal, de relevante importancia para el país por ser la ruta más cercana al Pacífico y escogida por el ICE para trazar –con una inversión multimillonaria– el “Proyecto de Fibra Óptica”. ¿Cuánto ahorraríamos al país en combustible? ¿Cuánto ahorrarían nuestras instituciones y productores en gastos operativos?
Otras carencias. A los visibles problemas de infraestructura vial, se suman carencias y necesidades en materia de seguridad, salud, vivienda, educación y formación técnica, acueductos y alcantarillados, prevención y mitigación de emergencias, protección ambiental y respaldo al sector , políticas públicas para la juventud y la promoción turística. La lista es extensa.
Los subsidios estatales son importantes, pero nosotros, señora presidenta, queremos trabajar. Acosta necesita fuentes de empleo sostenibles. Oímos hablar de la promoción del país en el extranjero y de la firma de tratados de libre comercio, pero aquí, en nuestra comunidad, no pasa nada. Si algo tenemos las y los acosteños son agallas y potencial, pero sin herramientas y sin recursos no es posible generar desarrollo.
Somos un pueblo con sed de desarrollo y con ganas de trabajar, pero ¿qué hace un obrero sin insumos y sin herramientas? Nada. Nuestros problemas no se solucionan con funcionarios incapaces de tomar decisiones, con partidas presupuestarias mínimas y las históricas promesas de campaña. Se requiere voluntad y liderazgo. Sepa usted, doña Laura, que si efectivamente Acosta es un cantón “prioritario” para su gestión, trabajaremos hombro a hombro con su Gobierno, desde los cerros de Escazú hasta Parrita, desde el cerro Caraigres hasta Puriscal.