Con gran entusiasmo leí la noticia publicada en el periódico La Nación del día 14 de enero del presente año relacionada con el desarrollo de un unguento contra el herpes labial desarrollado a partir de una planta por parte del Centro de Investigaciones en Productos Naturales (Ciprona), de la Universidad de Costa Rica y el InBio.
Sin embargo, al terminar de leer la noticia me pregunté: ¿Cómo podrían comercializar este producto sin antes demostrar que es seguro y efectivo? Sencillo, en Costa Rica no se puede. Esto debido a la falta de una ley que regule la investigación clínica en seres humanos.
El 27 de enero del presente año se cumplen 3 años desde que la Sala Constitucional declaró con lugar un recurso de amparo interpuesto en el año 2003 en contra del Decreto Ejecutivo N.º 31078-S, el cual regulaba la actividad de la investigación médica en el país. Desde entonces los pacientes con enfermedades para las cuales las opciones terapéuticas se les han agotado, se han visto perjudicados.
Los investigadores clínicos, recurso humano altamente calificado, han tenido que buscar alternativas de trabajo o migrar a otros países –fuga de cerebros– y el país ha caído en una parálisis científica al no poder contribuir al conocimiento científico local, regional y mundial, después de ser reconocido como líder en este campo, ámbito en el que Costa Rica ha sido siempre garante del respeto a los derechos de los participantes.
Una de las soluciones propuestas durante este tiempo que permitieran aprobar la Ley 17.777 fue la del Sr. Victor Emilio Granados, presidente de la Asamblea Legislativa, de nombrar una mesa de diálogo que se diera a la tarea de afinar más los resultados que hasta ese momento se habían obtenido del estudio de aquel proyecto de ley. Dicha mesa de diálogo emitió un criterio hace ya más de 3 meses, después de muchas horas de trabajo y jornadas de estudio del texto, que sirvieron para acercarse y corroborar que las posiciones de respeto a los participantes de una investigación biomédica constituía el denominador común de quienes auspiciaban la iniciativa de ley.
Desafortunadamente, a pesar del tiempo invertido y de todo el esfuerzo realizado para que la ley fuere aprobada, el resultado ha sido nulo y hoy el proyecto 17.777 continúa atascado en los primeros lugares de la agenda legislativa. Desde la Asociación de Investigación en Seres Humanos, nos preocupa esta situación de “aparente” inercia, al punto que hemos escrito cartas al Sr. presidente de la Asamblea Legislativa consultando sobre la situación del proyecto de ley sin que hayamos recibido respuesta al día de hoy.
Tenemos la esperanza que a partir del próximo lunes 21 de enero 2013 en que se reinician las actividades de la Asamblea Legislativa se ponga énfasis en discutir y definir tan importante asunto para la salud de los costarricenses.
Arturo Abdelnour Presidente Asociación Costarricense de Investigación en Salud Humana