Editorial

La gran farsa de Ortega

Los comicios del domingo, sin real oposición ni transparencia, carecen de legitimidad

EscucharEscuchar

La farsa electoral protagonizada este domingo es un punto culminante en el camino hacia la destrucción democrática total de Nicaragua. Con la “reelección” de Daniel Ortega como presidente, acompañado por su esposa, Rosario Murillo, como vice, se ha consolidado un proceso de extrema concentración del poder en una nueva dinastía político-económica familiar, que enarbola la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y se arropa con una confusa mezcla de retórica socialista, revolucionaria, cristiana y paternalista, pero que realmente está motivada por una voracidad sin límite.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.