La ira del pueblo

Llegó a su final una satrapía deleznable que mantuvo sojuzgado al pueblo tunecino durante 24 largos y dolorosos años

EscucharEscuchar

Un pueblo iracundo, valiente y resuelto, ha defenestrado a un régimen despótico y corrupto. Una noble aspiración, compartida pero no plasmada aún en otras latitudes, se concretó en Túnez la semana pasada cuando las protestas populares crecieron y obligaron al presidente y exgeneral Zine al-Abidine Ben Ali, a abandonar su fortificada residencia y escabullirse para encontrar refugio en Arabia Saudita.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.