Convulso fin de siglo

La democracia debe reconquistar los valores éticos

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Pocos años atrás, vigente aún la Guerra Fría, la violencia política predominante en el planeta derivaba de los conflictos de "baja intensidad", así llamados porque no enfrentaban directamente a las superpotencias nucleares. Eran, por decirlo así, luchas a través de representantes en las cuales el impulso expansivo de la doctrina Brezhnev era contrarrestado por los movimientos de resistencia al comunismo que auspició Ronald Reagan. El terrorismo jugó entonces un papel subordinado a los objetivos antioccidentales de la URSS. Bajo el patrocinio de Moscú, y con la ayuda de Fidel Castro y Yasser Arafat, a partir de 1966 surgió la red mundial del terror, un heterogéneo conglomerado de núcleos radicales cuyo común denominador eran un cruento extremismo y el odio a los valores democráticos.








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