Editorial

Los grandes retos de Arzú

Los problemas de Guatemala demandan un liderazgo inédito

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El triunfo del candidato conservador Alvaro Arzú en la segunda ronda de las elecciones presidenciales de Guatemala, realizadas el domingo último, ha sido recibido con optimismo por el sector empresarial de ese país y por la comunidad financiera internacional. Esto, sin duda, es un signo positivo, debido a la urgencia de revitalizar la economía guatemalteca. También resultan alentadoras las promesas del gobernante electo de trabajar intensamente en favor de los derechos humanos y de procurar alcanzar pronto un acuerdo de paz con la guerrilla marxista. De cumplirse estas metas, se lograría un avance significativo en el difícil reto de instaurar el imperio de la legalidad en Guatemala.








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