Editorial

Después de Dilma

Su destitución es un episodio traumático para la robusta democracia brasileña

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Tres meses después de que fuera separada del cargo para enfrentar un posible juicio político, o impeachment, el Senado de Brasil decidió el martes destituir a la presidenta Dilma Rousseff. Concluyeron así 13 años en el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT), ocho de ellos encabezados por Luis Inácio Lula da Silva. A partir de ahora, asumirá oficialmente como sucesor el vicepresidente constitucional y presidente interino, Michel Temer, del partido Movimiento Democrático Brasileño, exaliado del PT, quien permanecerá en el poder hasta concluir el período gubernamental de cuatro años, el 31 de diciembre del 2018.








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