Editorial

Crueldad.com

Si el acoso cibernético no lleva al suicidio, como ha ocurrido en otros países, deja marcas indelebles en la psicología de la víctima.

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El impacto del acoso cibernético en sus víctimas, en especial las menores de edad, puede ser devastador. Si no lleva al suicidio, como ha ocurrido en otros países, deja marcas indelebles en la psicología de la víctima. Es un crimen y merece el castigo correspondiente.








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