Editorial

Nubarrones en la banca estatal

Es necesario que los dos bancos estatales que podrían quedar en el mercado (Banco Nacional y Banco de Costa Rica) operen con gran eficiencia, transparencia y que rindan cuentas a sus dueños

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Los últimos meses han traído consigo un inusual manojo de malas noticias originadas en la banca comercial estatal. Han tenido que ver con el Banco Crédito Agrícola de Cartago, para el que la mejor decisión es su cierre, el Banco Nacional, el Banco de Costa Rica y hasta el hijo de estos: el Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa). Todos han tenido problemas de gobierno corporativo y abusos de directores que, por ejemplo, se autonombraron en las subsidiarias para redondearse altos ingresos por dietas. Los salarios de jerarcas de la banca estatal, que rondan los quince millones de colones mensuales y más, son vistos con enorme recelo por la opinión pública.








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