La Biblia nos relata la historia de José en Egipto, quien interpreta correctamente un sueño del faraón. José predice que luego de siete años de prosperidad (representados en el sueño por siete vacas y siete espigas hermosas) vendrían siete años de hambre (representados por siete vacas flacas y feas, y siete espigas delgadas y marchitas).
José le aconseja al faraón que debe nombrar un gobernador sabio, quien pueda administrar correctamente las abundancias de los años de prosperidad, y así tener una reserva para los años de hambre. El faraón, sabiamente, nombra a José como gobernador, quien hace un excelente trabajo y evita la crisis que pudo haber venido.
Latinoamérica experimentó un periodo de prosperidad en los últimos años. Su alto crecimiento, traducido en una importante reducción de los niveles de pobreza, era digno de alabar. Sin embargo, la región empezó una etapa de fuerte contracción el año pasado, ligada a la caída de los precios de materias primas y la desaceleración de China.
El Banco Mundial ahora muestra preocupación de que se pierda lo logrado. El problema es que durante los años de bonanza se produjo un efecto de “espejismo”. Muchos países, creyendo que iban a seguir siendo ricos para siempre, gastaron buena parte del excedente que estaban recibiendo. No ahorraron lo suficiente para cuando vinieran los años de vacas flacas que ahora están viviendo.
La situación de Costa Rica es al contrario de los países suramericanos. Los bajos precios de materias primas, y nuestra mayor vinculación con la economía de Estados Unidos, nos favorecen. A esto hay que agregarle que las tasas de interés han bajado. Todo sumado, se da un efecto positivo sobre el ingreso disponible de la gente, que se refleja en una mayor actividad comercial.
El problema es que podríamos estar cayendo en un “espejismo”, gastando el ingreso disponible adicional, como si nunca se acabara la época de vacas gordas. Y es que la posibilidad de que vengan las vacas flacas es alta.
Los precios de materias primas pueden volver a subir en cualquier momento. El gobierno ya anunció que si no se aprueba un aumento fuerte de impuestos habrá una crisis con consecuencias graves.
Es decir, el gobierno nos informa que quiere quitarnos una parte del ingreso para gastarlo él. Y, que si no se aprueban los impuestos adicionales, nos advierte que habrá una crisis tan grande que de todos modos perderemos ese dinero adicional. ¿No sería mejor si el gobierno hiciera como José, y ahorrara un poco gastando menos?
Luis Mesalles obtuvo su doctorado y maestría de Economía en The Ohio State University y su bachillerato en Economía en la Universidad de Costa Rica. Actualmente, es socio consultor de Ecoanálisis y gerente de La Yema Dorada. Participa en varias juntas directivas. Anteriormente, fue vicepresidente de la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica, presidente de Academia de Centroamérica, profesor en la Universidad de Costa Rica y en la Universidad Stvdium Generale.