Si bien fue un proceso doloroso por el cariño a su equipo y a la empresa, comentó que ha sido un año pleno de nuevas y maravillosas oportunidades y experiencias, que jamás habría tenido de no ser por el cambio emprendido.
Como a Glenda, he conocido a muchas personas que han pasado por procesos de cambio, algunos traumáticos como la muerte de un familiar, un divorcio, un despido, un mal negocio, entre otros, y luego de una profunda reflexión han tenido que reinventarse. En todos y cada uno de ellos, lo positivo es que, si bien es duro en un inicio, al final fueron oportunidades de crecimiento personal y de tener nuevas satisfacciones.
Siendo el final del año una época propicia para ello, les invito a detenerse y a reflexionar sobre el inventario de decisiones tomadas, los aciertos y yerros incurridos en el 2015 y, más importante aún, tomarlo como motivación para plantearse con optimismo y energía los nuevos propósitos para el 2016.
Celebremos preguntándonos con toda sinceridad si hemos caído en una zona de confort, por la sensación de seguridad que nos da el navegar en aguas conocidas, pero que también nos estanca. Quien no se reinventa de manera permanente, se expone a caer en la obsolescencia y, peor aún, a ser prescindible.
Esto no solo le pasa a las personas, también les sucede a las empresas, incluso a las exitosas. Les invito a leer la publicación en el Harvard Business Review de este mes, “Knowing When to Reinvent” que comparte el éxito de Nestlé, Adobe, Xerox, Netflix y Aetna, que supieron anticiparse a las amenazas y tendencias, y otras que no sobrevivieron como Borders, Blockbuster o Kodak.
Aprovecho la oportunidad para hacerle un llamado al gobierno sobre la urgente necesidad de un cambio de derrotero y, si es necesario, cambiar algunas piezas del equipo. Próximo a entrar a su tercer año y último realmente productivo antes de que estallen los prematuros fuegos electorales, apréstense a asumir con valentía la responsabilidad que les depositó el pueblo en el 2014. En sus manos está el definir cómo los juzgará la historia.
Nuria Marín Raventós es licenciada en Derecho por la Universidad de Costa Rica y máster en Artes Liberales por Harvard University. Es cofundadora y vicepresidenta del grupo empresarial Álvarez y Marín Corporación.