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La realidad del Estado

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En noviembre del 2014, tras aprobarse el presupuesto nacional del 2015, el presidente, Luis Guillermo Solís, lanzó una severa admonición: “Los ministros que no cumplan con la expectativa de gestión (presupuestaria) se van el 1.° de mayo”. Al otro día la plasmó en una directriz, pero en marzo siguiente la aligeró y dispuso que la guillotina solo se aplicara ante “incumplimiento injustificado”. Sin este cambio, hoy todo el gabinete estaría descabezado: la subejecución del 2015 superó en un 52,1% a la del 2014.








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