¿Qué opinan los expertos internacionales sobre incrementar la inflación y devaluación para mejorar la competitividad? Se asombrarían.
El más reciente Informe Global de Competitividad del renombrado Foro Económico Mundial les frunce el ceño. Al definir competitividad como “el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan la productividad de una economía para precisar los niveles de prosperidad que pueden lograr los países” se inclina, más bien, por la estabilidad macroeconómica.
En ese certamen, a Costa Rica le fue regular. Muy mal en el déficit fiscal, pues la hunde al peor de los mundos (posición 110 entre 138 países), pero muy bien por su baja inflación, calificada de primer mundo (N.° 1 entre 138, igual a Suiza y EE. UU.). De no ser por Miss Costa Rican IPC, la pasarela de la macroeconomía (tercer pilar) se nos habría desplomado.
En la baja inflación influyó la estabilidad cambiaria. Lo novedoso del certamen es el análisis sobre la devaluación en países exportadores de petróleo y materias primas al acabárseles el bum internacional. Dice: “Muchos analistas y hacedores de la política esperaban que las depreciaciones lideraran los aumentos en las exportaciones de bienes manufacturados, pero pronto se dieron cuenta que, por varias razones (incluidas menores variaciones del tipo de cambio real ante mayores depreciaciones nominales, por la inflación posterior), la elasticidad de las exportaciones ha caído y responde menos a las variaciones en los tipos de cambio”. “A pesar de la relativa depreciación de las monedas frente al dólar, las exportaciones no se han recuperado. Y eso pone en evidencia la magnitud de los retos en la región, donde la productividad ha venido cayendo en los últimos 20 años”.
Su tesis es que para mejorar la competitividad hay que desarrollar nuevos productos en nuevos sectores (innovación) y emprender reformas de fondo en los 12 pilares identificados en el informe para mejorar la productividad (ninguno incluye devaluar). Una lección al gobierno, por remolón a emprender las reformas necesarias, y otra a una parte del sector privado, proclive a tocar las puertas al Central para ganar competitividad por la vía fácil. Pero, por suerte, no todos piensan así. La Cámara de Industrias publicó un excelente estudio titulado Propuestas para la competitividad del sector industrial: una contribución a la estrategia de desarrollo productivo de C.R., donde propone sendas reformas para catapultar la productividad real, sin devaluar. Es digno de cualquier certamen internacional. ¡Felicitaciones, Miss CICR !