Columnistas

Masaje de datos

EscucharEscuchar

Los datos no hablan. Nunca. Otra cosa es que uno los ponga a cantar. Decía en son de broma un profesor mío: “Torture los datos hasta que confiesen” …y vieran que al rato confesaban. Por eso, como las estadísticas siempre se pueden acomodar, cuando hay datos de por medio debemos fijarnos en el menudo para no irnos de pollos.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.